14No me dolía.Todo pasó tan rápido que no sentí dolor. Al contrario, por primera vez en mucho tiempo, sentí alivio.Porque ya no iba a doler nunca más.Entre la neblina, recordé que poco después de la muerte de mamá, caí gravemente enferma.Mi hermano se asustó tanto que no se despegó de mi lado ni un solo segundo.En mis sueños lo escuchaba llamarme, sentía su mano grande acariciándome la frente, repitiendo mi nombre una y otra vez.Cuando desperté del delirio, vi sus ojos enrojecidos por el llanto.—Natalia, por favor, tienes que ponerte bien... no me dejes solo.—Solo te tengo a ti. Si te pasa algo... no sabría cómo seguir viviendo.Sus ojos llorosos se distorsionaron en mi memoria, transformándose en esa mirada fría y llena de desprecio.—¿Por qué no te mueres?Hermano... estoy muriendo.Ahora, ¿te sientes feliz?¿Por qué parece que estás llorando?Era como si estuviera soñando. Sentía que mi alma flotaba fuera de mi cuerpo.Vi mi cuerpo en la cama, lleno de tubos, y a mi hermano
Baca selengkapnya