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Capítulo 4

Author: Camote Loco
Bruno pareció reaccionar por un instante.

—Ana, perdón... fui yo quien hizo que Celia lo pasara mal —dijo con una suavidad inusual, la cara cargada de culpa.

Luego se giró y volvió a jalarme. Con ese tirón sentí cómo la sutura recién hecha se reventaba y la herida empezó a sangrar otra vez.

El dolor me dejó sin aire y todo se volvió negro.

Bruno no vio nada y me arrastró afuera, arrastrándome como un saco.

—¡Clara, ¿no te cansas ya, carajo?! Armas todo este teatro y al final no tienes nada. Si crees que quedándote tirada aquí te vas a librar de lo que le hiciste a Celia, estás soñando.

Se reía con desprecio, como si mis lágrimas fueran un chiste.

En ese momento, Marina volvió corriendo: por fin había conseguido una cama en cuidados intensivos para mí.

Al ver la escena, casi explotó.

—¿Vas a matar a tu esposa por esa amante, Bruno? ¡Está sangrando otra vez! ¿Estás ciego?

Bruno se quedó un segundo desconcertado y luego, fastidiado, me dio una patada en el vientre.

—Marina, ¿hasta cuándo
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