Su propio infierno privado

Al entrar en el vehículo, el tiempo cambió de repente. El toro empezó a sonar, y comenzó a llover. Se dice que la lluvia trae buena fortuna.

¿Me desea Dios una buena fortuna? Camila pensó en sí misma.

• * * *

Cuando el vehículo comenzó a moverse, ella sonrió. Estaba sentada en el asiento trasero con Liam curvado en sus rodillas mientras dormía.

Movió su cabeza hacia adelante suavemente, usando su pecho para establecer el equilibrio para el niño. Sonrió a su ingenuidad mientras observaba a Liam durmiendo, luego se volvió hacia el mundo exterior y susurró con rabia.

Nunca habría soñado que sería tan tonta. Cuando reflexionó sobre su vida en los últimos seis meses, siempre se había considerado reputada.

Se casó para conseguir un trabajo, pero todavía no lo ha encontrado. Ahora es responsable de un niño de cuatro años. Todas estas cosas no le fueron impuestas; ella las eligió. Ella solo tiene que culparse a sí misma.

Nadie la obligó a vivir esta vida. Comenzó a preocuparse de si alguna vez encontraría trabajo. Ella escuchó la voz del conductor mientras estaba profundamente en la meditación.

— Hemos llegado— Dos hombres corrieron a su ayuda, y uno de ellos agarró a Liam con él. Estaban saliendo de fuera cuando entraron.

La casa era tan grande que era fácil perderse. Fue casi hora de cenar. Camila permaneció de pie mientras los demás se sentaron a la mesa de la cena.

—¿Dónde está mi habitación?— Ella preguntó, mirando a través de Christoper. Ella interrogó, mirando a Christopher sin mover su mirada. Volvió su mirada como si estuvieran en una mirada hacia abajo.

—Mary, por favor, acompañe a mi esposa a nuestra habitación— El rostro de Camila era inexpresivo; aunque no le gustaba la noción de que los dos compartían un dormitorio, no iba a darle ninguna razón para creer que era sólo una niña. Él era libre de ir a donde quisiera.

—Mary, guíe el camino— Dijo, cuando entró en la habitación y inmediatamente tomó una ducha antes de arrastrarse a la cama y dormir.

Al terminar la cena, Christopher entró en su dormitorio y vio a Camila durmiendo bien.

— Así que me casé con esta gallina, y ahora estoy compartiendo una cama con ella — dijo de repente, con una risa sarcástica en sus labios. Él murmuró mientras miraba su anillo. Caminó al baño, tomó una ducha y luego se deslizó hacia la cama. Estaba listo para acostarse cuando vio a Camila usando su camisa. Su expresión se endureció.

¿Qué hacía con mi camiseta? Él pensó

Entonces se dio cuenta de que ella no había traído ropa. Después de apagar la luz, se fue a la cama. Cammy no estaba en la cama con él cuando se despertó la mañana siguiente.

Ella se había levantado delante de él. Se sorprendió porque supo que era un pájaro temprano. Se dirigió a la ducha, se vestió y bajó las escaleras. Camila estaba preparando el desayuno con la ayuda de María.

—Mary, ¿por qué mi esposa está preparando el desayuno?— Camila respondió antes de que María pudiera.

—Le dije que prepararía el desayuno hoy a menos que tengas alguna objeción, señor. Grayson »

—Claro que no, señora. Gracián » Dijo con una sonrisa, esperando que ella preparara la basura para que él la pudiera humillar.

—Todo bien, tiene un asiento, el desayuno está listo", miró hacia arriba y gritó, —El desayunado es listo, Mi Cielito!—

—¡Viene!—El niño respondió y se apresuró a coger un asiento. Christopher no pudo evitar notar la alegría de su hijo.

Nunca había visto a su hijo tan feliz desde que era un bebé. ¿Es posible que necesite una madre?

Bueno, al menos ella es útil para mi hijo, pensó para sí mismo.

Él observó cómo Camila alimentó a Liam y cuánto le gustaba su comida. Tomó el primer bocadillo de mi desayuno. ¡Santo cabrón! Ella puede cocinar.

No recuerda la última vez que comió algo tan bueno. Incluso Mary no podía competir con la cocina de Camila, pero él no podía decirlo en voz alta.

—Es hora de ir a la escuela, pequeño maestro—  Una voz vino de fuera.

—¿Te importaría esperar por mí? Sólo quiero cambiar. Me gustaría llevarlo a la escuela todos los días, o al menos mostrarme el camino a su escuela— Christopher observó cómo ella subía y la siguió.

Cuando él entró en su dormitorio, ella estaba rummagando a través de su ropa, lo que no le importaba.

— ¿Por qué no dejas que Robin lo lleve a la escuela, Camila? Esa es su responsabilidad—

—Stopher, es mi responsabilidad llevarlo a la escuela. Le dije que lo llevaría a la escuela todos los días. ¿Cómo crees que va a reaccionar cuando le diga que no lo voy a llevar a la escuela?—

Ella desmontó su camisa, exponiendo su cuerpo desnudo delante de él, y no parecía importarle que alguien estuviera allí con ella.

La boca de Christopher se abrió. Ella se vestía de una de sus camisetas y trajo pantalones. Su cabello estaba envuelto en un bufón.

Ella hizo todo esto ignorando el hecho de que Chris estaba de pie allí y ella estaba hablando con él sin ni siquiera ser humillado de que ella estaba desnuda delante de un hombre.

El hombre engullía duro, pero sabía mejor. No podía dormir con ella porque ella era sólo una niña.

—¿Ves lo que quiero decir? Oh, necesitaré un coche para enviar a Liam y recogerlo todos los días— El hombre engolió una bola de saliva y miró a la mujer delante de él.

Era sólo un niño que ni siquiera se importaba. La ropa que llevaba era demasiado grande para ella, pero no parecía importarle.

—¿Qué tipo de coche prefieres?—

¿No importa? —Cualquier cosa mientras pueda soltarlo y recogerlo todos los días—

Ella cambió su mirada hacia mí. “Stopher, espero que esté bien contigo. Liam cree que soy su madre. ¿Crees que debo informarle que no lo soy? Primero y ante todo, quería tu opinión sobre esto".

Así que si él quiere referirse a ti como su madre. Eso está bien conmigo, así que sedan, coupé, deportivo, camión o SUV".

—El SUV—

—Te recibirás tu coche hoy a mediodía— murmuró a la chica delante de él. Ella se fue. El hombre todavía estaba perplejo acerca de cómo podía cortarse desnudo delante de él y comportarse como si nada hubiera pasado.

Agarró su teléfono y llamó a Robin, su asistente y conductor, para arreglar un SUV.

Hoy podría trabajar de casa. Él pensó