A Everett le llegó un video, grabado en la jungla, en un país muy lejano, donde se veía a mi mamá golpeada, con la cara hecha pedazos, insultando a Lotus, deseándole una muerte horrible, mientras también se acordaba de mí.Everett soltó el humo de su cigarro despacio y respondió con calma:—Sáquenle los riñones, y les doy la plata que les prometí.Vi esos ojos tan malvados de Everett y un miedo recorrió mi inerte corazón.Después me reí, dejando que toda la tristeza se fuera.Él todavía no sabe que mi hermana le tiene una sorpresita.Estos días, Everett ni siquiera se apareció en la empresa. Cada día, después de ponerse borrachísimo, abrazaba la urna con mis cenizas y gritaba mi nombre. Me daba un asco tremendo verlo.Después de pasar un rato cerca de él, Axel lo levantó del piso con apuro en la voz:—Señor Beasley, hay un problema grave. Se filtraron los archivos confidenciales de la empresa, bloquearon nuestro proyecto más importante, la competencia ya tiene acceso a toda nuestra tec
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