Que por nuestra amistad de años, fuera a salvar a mi mamá.El mayordomo que estaba a un lado, que me había visto crecer, finalmente sintió lástima.—Joven, vaya a echar un vistazo, la señorita Lucía no mentiría sobre estas cosas.Xavier dudó un momento, aproveché la oportunidad y empecé a golpearme la cabeza contra el suelo frente a él.—¡Te lo ruego, te lo ruego, salva a mi mamá!Xavier finalmente habló, aunque su tono seguía frío:—Voy a ir a ver. Pero, Lucía, si todo esto es un show, te haré pagar las consecuencias. Levanté la cabeza de golpe, y una chispa de esperanza brilló en mis ojos.¡Como sea, con que fuera estaba bien!Después de llamar a varios guardaespaldas, su celular sonó inoportunamente.Era mi hermano.Xavier me echó un vistazo, puso el altavoz, y la voz perezosa y helada de Gustavo se oyó a través del auricular.—Lucía no te fue a buscar, ¿verdad? No le hagas caso, alguien acaba de llamar con el teléfono de mi mamá amenazando con matar gente, ¡qué ridícul
Read more