Cuando Sara llevó a Amanda al cine, Mariana ya estaba sentada en el sofá con el guion en las manos, leyendo con la cabeza baja.Al percibir el ruido, levantó la cabeza para mirar a Amanda, luego miró a Sara.—Puedes salir.—Está bien —Sara asintió, se dio vuelta y salió, cerrando la puerta tras ella.Mariana dejó el guion, se levantó y caminó hacia Amanda.—Mamá, lo siento, acabo de cambiar de compañía y he estado muy ocupada, yo—¡Paf!Una bofetada cayó precisa en el rostro de Mariana.La cabeza de Mariana se ladeó por el golpe, una marca clara de la bofetada apareció instantáneamente en su mejilla.Mariana se quedó inmóvil hasta que sintió el dolor ardiente en la mejilla, ¡entonces reaccionó!Se cubrió la cara, miró a Amanda con los ojos enrojecidos de ira, pero aún tuvo que fingir debilidad y suplicar.—Mamá, ¿por qué me pegas?—¿Crees que porque cambiaste de compañía y número de teléfono ya no puedo hacer nada contigo?Amanda la miró ferozmente.—Te digo una cosa, Mariana, te parí
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