Carter salió del set con una felicidad que no podía contener. Una y otra vez, daba unos pasos y volteaba a ver el estudio, como si no quisiera irse.Sofía lo miró desde el auto, sorprendida. Unas horas antes, abandonado en medio del campo, parecía un cachorro perdido. Ahora, ese mismo perrito estaba feliz y tranquilo, porque por fin encontró hogar y comida. La diferencia era enorme.—¿Lo habrá conseguido? —preguntó.Alejandro le lanzó una mirada indiferente.—Parece que sí.—Tiene talento y buena presencia, me alegro mucho por él —dijo Sofía, sincera.Pensó que llevarlo hasta ahí iba a ser solo un intento más, pero al final el destino estuvo de su lado.Alejandro la observó un momento, en silencio. ¿Cuántas veces se había reído? Demasiadas.Sofía hizo una llamada. Desde lejos, vieron a Carter contestar, buscar con la mirada y, cuando reconoció el auto, colgó y corrió hacia ellos.Se detuvo junto a la ventanilla, radiante, con una alegría contagiosa.—¡Señorita, conseguí el papel! —anu
اقرأ المزيد