Después de entrar en la casa, Justin colocó cuidadosamente la comida que había comprado en los platos. Para ganarse el cariño de Charlotte, compró especialmente muchos postres hermosos y deliciosos.Como era de esperarse, al ver los postres, Charlotte se olvidó de todo lo demás y, feliz, le plantó un beso en la mejilla a Justin.—¡Gracias, padrino! ¡Eres mi favorito! —dijo con entusiasmo.Sus labios eran suaves, dulces, con un aroma delicado. El corazón de Justin se derritió en ese instante. Realmente le gustaba esa niña tan linda y encantadora que era idéntica a Samantha.Mientras los observaba llevarse tan bien, Samantha, en cambio, se recostó desganada en el sofá. Su mente no podía dejar de pensar en Alexander.Sus sonrisas, sus lágrimas, su alegría, su tristeza... Cuanto más pensaba en él, más se le llenaban los ojos de lágrimas, que caían sin control por su rostro.Llámenla egoísta o desvergonzada, pero si el precio por permitir que Alexander encontrara a sus padres biológicos er
Dernière mise à jour : 2025-07-25 Read More