All Chapters of Los Trillizos Genios del CEO: Chapter 161 - Chapter 170

Al verlo guardar silencio, Samantha se sintió un poco avergonzada y dijo:—Lo siento, solo estaba preocupada por ti y quería saber más sobre tu situación. Si no quieres hablar de eso, está bien.Elliot bajó la cabeza y susurró:—Nunca conocí a mi madre, ni sé quién es. Escuché a mi papá decir que me abandonó después de darme a luz, y que fue él quien me crió solo.Aunque su padre lo trataba mal, al menos lo había criado.Si no fuera por su padre, ahora no habría conocido a Charlotte, ni habría sentido el calor de su compañía.Así que, en el fondo, todavía le estaba agradecido.En cuanto a su madre...Parecía llamarse Suzy Miller. La última vez escuchó a su papá decir ese nombre.Pero no estaba seguro.Y si su madre no quería reconocerlo como su hijo, entonces él tampoco insistiría.No le gustaba imponer nada a nadie.Al escuchar sus palabras, Samantha sintió de pronto una punzada de culpa.—Lo siento, no fue mi intención incomodarte. Le dije a la maestra del jardín de infantes que te

Justin se topó con Karen, y su rostro se oscureció de inmediato. Bajó deliberadamente la voz y preguntó con frialdad:—¿Qué haces aquí? Karen, te lo advierto, ni se te ocurra lastimar a Sammie. Si lo haces, no tendré piedad.Esa amenaza implacable hizo que el corazón de Karen se hundiera.Pensando en la crueldad de Justin, alzó la barbilla con desafío y replicó:—¿Ah, sí? Entonces no esperes que yo tenga piedad tampoco. Ya que perdí al bebé, no tengo razones para seguir viviendo. Pero...Se detuvo adrede, luego se acercó a Justin con una sonrisa fría y amenazante:—Pero aunque muera... haré que Samantha pague por mí.Justin entrecerró los ojos peligrosamente.—¿Te atreverías?Karen soltó una carcajada sarcástica:—Solo observa y verás si me atrevo o no. Ya no tengo nada que perder. Si me muero… no me importa arrastrar a alguien conmigo.Dicho esto, lo empujó al pasar y entró al ascensor con paso firme.Justin apretó los puños con fuerza, las venas sobresaliendo en el dorso de sus mano

—Huhh... —El Phantom chirrió al detenerse bruscamente al costado de la carretera.Debido a la frenada repentina, el cuerpo de Samantha se inclinó hacia adelante por la inercia, y su frente se golpeó fuertemente contra el respaldo del asiento delantero.—Ugh... —gemió de dolor.Antes de que pudiera reaccionar, Albert ya había abierto con rapidez la puerta trasera, le agarró la muñeca y la sacó del auto.—Por fin te encontré.Samantha quedó atónita ante sus acciones repentinas.—¿De qué estás hablando?Albert la miraba con emoción, los ojos ligeramente enrojecidos.De pronto, la atrajo con fuerza hacia su pecho, su cuerpo temblaba ligeramente.—Samara, por fin te encontré. ¿Sabes? Te he estado buscando durante veinte años.Samantha, al verse abrazada de repente por un extraño, reaccionó de inmediato. Se apartó de un empujón y dio varios pasos hacia atrás, mirándolo con recelo.—Se equivoca de persona. Yo no soy su Samara. Me llamo Samantha, soy la hija mayor de la familia Miller.Alber

El señor Fletcher, con el rostro serio, le explicó toda la situación a la señora Fletcher.Ella, instintivamente, defendió a Samantha:—Samantha es una niña a la que vi crecer. Conozco bien su carácter. ¿Cómo podría haber cometido un asesinato?El señor Fletcher respondió con disgusto:—Si realmente fuera una buena chica, no se habría embarazado fuera del matrimonio hace cuatro años, llevando en su vientre a un hijo del que ni su propio padre sabía. Durante estos cuatro años, ha estado desaparecida, sin dar señales de vida. No sabemos dónde ha estado ni qué ha estado haciendo. La única noticia reciente que tuvimos fue por Justin. Cuatro años son más que suficientes para que una persona cambie.La señora Fletcher cayó en una profunda reflexión. Aunque quería creer en Samantha, ante los hechos, no podía evitar dudar.—Tu hijo está obsesionado con ella. Incluso fue capaz de matar a su propio hijo por ella. Si se entera de que Samantha es una asesina, hará todo lo posible por encubrirla.

Samantha reunió sus pensamientos y dudó un momento antes de decir:—Tengo una testigo.—¿Quién? —preguntó uno de los policías.—Mi hermana, Suzy Miller. Ese día me invitó a salir, estuvimos juntas toda la tarde. Si no me creen, pueden preguntarle a ella.—Legalmente, es su hermana, y su testimonio no puede ser considerado como prueba válida —respondió el oficial con frialdad.Samantha se obligó a mantener la calma.—Hay una cámara en su coche. Ese día su auto se averió, así que la dashcam debió haber grabado todo. Ambas estábamos allí.Los dos policías intercambiaron una mirada.El que la interrogaba dijo:—Según el procedimiento, no puede salir por ahora. Iremos a buscar a Suzy para aclarar la situación. Si realmente puede probar su inocencia, la liberaremos de inmediato.Después de eso, encerraron a Samantha en el centro de detención.Apenas salieron de la sala de interrogatorios, los oficiales intentaron contactar a Suzy.Pero el teléfono de Suzy estaba apagado, y no pudieron comun