Al día siguiente, Ethan se despertó con un fuerte dolor de cabeza, una clásica resaca que le hacía sentir como si la cabeza estuviera a punto de estallarle. Apoyado contra el cabecero de la cama, cerró los ojos y se frotó el puente de la nariz con agotamiento.En ese momento, la puerta crujió al abrirse, y apareció la cabecita de Alexander, que le sonrió dulcemente:—¿Papi, ya despertaste?Ethan abrió los ojos, vio a Alexander y, sin darse cuenta, su mirada se suavizó. No pudo evitar hacerle una seña para que se acercara.Alexander entró caminando con una taza de té entre las manos.—Papi, escuché al mayordomo decir que anoche te emborrachaste. Así que preparé este té especialmente para ti. ¡Tómatelo rápido y ya no te dolerá la cabeza!Cada vez que mamá regresaba de una salida, él solía prepararle té de menta por adelantado en casa.Sorprendido, Ethan lo miró.—¿Desde cuándo sabes preparar té?Alexander frunció los labios con una sonrisa, los ojos brillando de alegría.—Lo aprendí esp
Last Updated : 2025-07-22 Read more