Me tapé la mejilla golpeada, ardiente de dolor. Todo mi cuerpo temblaba incontrolablemente. Luis, mi prometido, me miraba con repulsión mientras limpiaba con un pañuelo la mano con que me había golpeado.—Gabriela, sabes perfectamente que Lisa no tiene buena salud. ¿Qué pretendías al mencionar nuestra boda delante de ella? Sí, te dije que me casaría contigo, pero ¿tan desesperada estás? ¿Tan segura de que nadie más te querrá? ¡¿No puedes esperar un poco más?!Su rostro mostraba irritación infinita, sus ojos rebosaban desdén.Recordé sus palabras de hacía tres años, cuando me pidió matrimonio:—Gabriela, quiero casarme contigo cuanto antes para estar juntos toda la vida.Poco después, fui yo quien mencionó el matrimonio. Luis prometió una boda espléndida. Tres años esperando y nada.Primero dijo que era pronto, que éramos jóvenes. Creí que sufría de miedo al compromiso matrimonial, así que no dejaba de tranquilizarlo, diciéndole que no se preocupara.Poco después, cuando
Baca selengkapnya