Su cabeza chocó fuertemente contra el duro suelo, haciendo que el piso resonara con un sonido seco.—Isabela, los agravios tienen su origen. El hijo que llevabas en el vientre fue Julián quien lo mató, no tengo nada que ver. Si quieres vengarte, ve a por él, te lo ruego, ¡déjame ir!Julián miró a Lucía con furia, sus ojos llenos de ira.—¿Te atreves a engañarme?Al ver que todo se había derrumbado, Lucía dejó de pretender.—Si tienes que culpar a alguien, culpable eres tú, ¡fue tan fácil crear un par de fotos de Isabela para que pensaran que era una mujer fácil y tú te lo creíste!Julián, lleno de rabia, se deshizo de los guardaespaldas que lo retenían y se lanzó hacia Lucía.—¡Maldita! ¡Es tu culpa que esté en esta situación, te voy a matar!Ambos se enfrascaron en una pelea, Julián, aunque más fuerte, no podía igualar la astucia de Lucía, que aprovechaba las heridas de su rostro para atacarlo.Me retiré unos pasos y observé esta pelea de perros, disfrutando la escena, pero p
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