Mis profecías convirtieron a mi compañero, el Alfa Kane, en rey. Y en el día de su coronación, él me asesinó. Todo porque su primer amor, Scarlett, fue exiliada y murió tras intentar envenenarme.El mundo entero se hizo añicos cuando la hoja de plata se deslizó dentro de mi corazón.Lo último que vi fue la mirada triunfante y llena de odio de Kane.Abrí los ojos de golpe, jadeando. Respiraba con dificultad.No había ninguna herida mortal en mi pecho, tampoco había rastro de sangre en mi nariz, solo el aroma a pino del fuego sagrado en el Altar de Luz de Luna.No era el silencio del sepulcro. Era el canto ritual, bajo y solemne, de las manadas.—Santa Mira, por favor, elige a tu compañero.La voz marcada por los años del Anciano resonó con la misma frecuencia de aquella noche fatídica, hacía ocho años.Me temblaban las manos al mirarlas. Eran impecables.Dieciocho años de edad. La Ceremonia de Elección.Yo… había renacido.Los recuerdos me inundaron, un torrente de dolor y od
Leer más