Pero Grey no quería rendirse. Su voz sonó entre suplicante y arrepentida.—Keisha, lo siento, fue culpa mía. Por favor, ya no sigas enojada conmigo. Ese día no debí levantarte la mano, ni irme con ella, y mucho menos... cometer ese error.—Pero yo, ese día, solo estaba confundida, te confundí con ella.—Si te molesta, puedo sacarla de la casa. No dejaré que vuelva a meterse entre nosotros. Pórtate bien y vuelve conmigo, ¿sí?Solté una risa cargada de ironía. Quería destrozarlo con palabras, pero al ver a Nelson esperándome desde la ventana, respiré hondo.—Grey, yo llegué a amarte con el alma —dije despacio—. Perdí mi dignidad, me alejé de mi familia, solo por quedarme a tu lado.—Y tú, una y otra vez, me heriste. Me traicionaste incluso la noche de bodas. Dices que te equivocaste, pero solo estás cediendo porque las cosas se te vinieron encima.Lo miré directo a los ojos.—¿Te atreves a decir que viniste a pedirme perdón por amor y no porque tu empresa está al borde de la quiebra?—Te
Baca selengkapnya