Thiago se metió rápidamente bajo las cobijas.Aún no reaccionaba cuando, en un abrir y cerrar de ojos, ya se había quitado la camiseta.Al ver su abdomen, perfectamente marcado por esos abdominales, mis ojos se abrieron como platos y, sin poder evitarlo, tragué saliva con dificultad.Se acercó, apoyando su rostro justo al lado de mi cabello desordenado, que descansaba sobre la almohada.Con una mirada intensa y fija, me observó, recorriéndome lentamente desde la frente hasta los labios.Su mirada era profunda, casi voraz...Aunque, con mi escasa capacidad de reacción, de repente caí en cuenta de que lo que tenía a mi lado no era una criatura tranquila y callada, sino más bien un lobo con hambre, listo para devorar.Solo que, sin permiso, no se atrevió a extender sus garras.Tosí un poco, completamente nerviosa, y me disculpé:—Thiago, perdón, nunca he tenido un íncubo y no entiendo bien cómo funcionan... No sabía que ustedes tenían esta... necesidad cuando tienen hambre. Pensé que solo
อ่านเพิ่มเติม