Share

Mi Última Decisión Antes del Sí
Mi Última Decisión Antes del Sí
Author: GordiPluma

Capítulo 01

Author: GordiPluma
La conversación de Naim y su amigo en la habitación del hospital continuaba.

Solo que sus voces se habían vuelto mucho más bajas. No sabía de qué hablaban, pero ambos soltaron risitas bajas y repugnantes al unísono.

Su voz llevaba una emoción muy obvia.

—¡Vamos, alístate! ¡Hoy nos divertiremos por todo lo alto!

—Tranquilo, Naim, hoy te consigo unas buenas muchachas, ¡para que te lo pases increíble! Pero si haces esto, ¿no te da miedo que después ya no puedas recuperar a la Renata?

—¿Miedo de qué? —inquirió Naim con un tono tan indiferente, que se clavó en mi pecho como un puñal—. Ella me ama tanto que es capaz de esperarme diez años.

Pronto se escucharon pasos saliendo de la habitación.

Me sequé las lágrimas y, de inmediato, fingí que acababa de llegar a la puerta del cuarto.

—¡Ya llegó la cuñada! —me dijo su amigo, al verme—. Lástima que Naim no está muy bien, hasta se le olvidaron muchas cosas que pasamos nosotros. Pero no te preocupes, en la noche voy a armar algo para ayudar al Naim a recuperar la memoria.

Sonreí con dificultad.

Resultaba que yo era realmente una tonta.

Yo sabía bien a qué se refería con eso de «armar algo».

Antes me tenían engañada y yo toda contenta les agradecía.

—Gracias, de verdad.

—¡No hay de qué, cuñada! Naim está adentro con dolor de cabeza, ve a acompañarlo, yo me voy a preparar lo de esta noche.

Cuando entré a la habitación, Naim frunció el ceño al verme, y, con un tono despreocupado e impaciente, preguntó:

—¿Por qué viniste otra vez? ¡Ya te dije que no te conozco! Sé que estoy bien guapo y que muchas mujeres se enamoran de mí, ¡pero tú quieres casarte conmigo y para eso…! Además, ya te acompañé a muchísimos lugares y no recordé nada, ¿por qué me sigues molestando?

Apreté los labios. A pesar de que ya sabía cuáles eran sus intenciones, ahora que lo enfrentaba, no podía evitar sentir un dolor desgarrador en el pecho.

Aquel que años atrás no dudó en pelearse con su familia por mí, ahora que, por fin, habíamos llegado al momento crucial había cambiado.

Pero ¿por qué?

Con esta pregunta en mente, le entregué el reporte médico que traía en la mano.

—No es nada, solo vine a traerte los resultados del examen, tu cuerpo está muy bien, ¡ya puedes salir del hospital!

Naim me miró sorprendido, con evidente emoción en su rostro.

—¿En serio?

En realidad, que no pudiera salir del hospital siempre había sido por mi insistencia. Por un lado, era para tratar su amnesia, pero, por el otro, tenía miedo de que tuviera alguna secuela y en el hospital era más fácil tratarlo.

Solo que ahora sabía que él no tenía amnesia, y que, naturalmente, tampoco necesitaba ningún tratamiento.

Incluso, llegué a pensar que, seguramente, hasta ese golpe accidental era una farsa que él mismo orquestó.

¿El propósito? Retrasar nuestra boda, claro.

Y, ya que eso era lo que quería, le daría el gusto.

—Claro que es verdad, no estás enfermo y tu cuerpo está sano, para qué seguir hospitalizado desperdiciando recursos médicos.

Naim se levantó de inmediato y empezó a escoger ropa limpia del clóset.

Incluso frunció el ceño, preguntándome por qué no veía su abrigo azul marino.

Bajé la cabeza, sintiendo como si me hubieran clavado un cuchillo en el corazón.

El abrigo del que hablaba se lo había comprado yo.

Eso significaba que, por la emoción de enterarse de que lo dejaba salir del hospital, hasta se le olvidó cubrir las fallas de su mentira.

—¿No decías que no me conocías? ¿Por qué te acuerdas de la ropa que yo te compré?

Lo miré fijamente, tratando de despertar su conciencia.

La mano de Naim se detuvo en el aire por medio segundo, antes de agarrarse la cabeza, dejándose caer al suelo, gritando de dolor.

—¡Me duele, me duele demasiado la cabeza!

Solo se calmó, cuando, por fin, llegó el doctor.

Naim me miró con odio.

—¡Saquen a esta mujer de aquí! ¡Me duele la cabeza por su culpa! ¡No ha venido a cuidarme! ¡Vino para torturarme!

Esbocé una sonrisa amarga y cerré los ojos, antes de salir de la habitación sin decir nada.

El doctor me siguió para persuadirme.

—Señora, el paciente aún no está estable, no es conveniente estimularlo demasiado.

Al instante entendí lo que quería decir, por lo que me limité a asentir.

—Ya entendí, doctor. Por favor, dígale que en el futuro ya no lo estimularé.
Continue to read this book for free
Scan code to download App

Latest chapter

  • Mi Última Decisión Antes del Sí   Capítulo 08

    Pero nunca pensé que en menos de dos días, ese hombre que decían se iba a unir matrimonialmente con la familia Ramos apareciera abiertamente en la puerta de mi casa.Tenía una pierna coja.Al verme, lloró desgarradoramente.—Renata, por fin te encontré.—¿Sabes cuánto sufrí para encontrarte? ¡Hasta esta pierna se me fracturó por saltar del segundo piso de la mansión!Pero lo miré fríamente, sin un poco de preocupación, muy tranquilamente le pregunté.—¿Tú quién eres?Esta frase casi hace que Naim se quebrara.Cojeando se me acercó queriendo agarrarme de la mano, pero ágilmente lo esquivé.—¡Señor, se atreve a acosarme, a ver si no llamo a la policía para que lo arresten!Con los ojos rojos como sangre me miró, gritando histéricamente.—¡No me creo que realmente te hayas olvidado de mí! ¡Renata, dijiste que me ibas a acompañar toda la vida!—Aunque antes temporalmente tuve amnesia y me olvidé de ti, ¡pero ahora ya me acordé de todo, ya sé que la persona que más amo eres tú!No pude evit

  • Mi Última Decisión Antes del Sí   Capítulo 07

    Y yo, después de salir de la casa rentada, elegí regresar a mi pueblo natal.Papá y mamá al verme regresar se pusieron muy contentos, hasta sus voces tenían llanto.—Renata, ¿por qué regresaste? ¿No es que aún no es la fecha de la boda?De una vez me eché en los brazos de mamá.En realidad, sobre mi boda con Naim, mis papás no estaban muy de acuerdo.Porque sabían que familias del campo como la nuestra al ir a familias ricas estamos destinadas a sufrir.Solo que en ese momento sentía que el amor que Naim y yo teníamos podía vencer todo.Ahora me doy cuenta de que eso era un chiste.—Mami, ya no me voy a casar, en el futuro solo quiero quedarme a su lado.Por esta frase, el cuerpo de mi mamá que me abrazaba claramente se puso rígido.No dijo nada, solo me acarició suavemente la cabeza.Mi papá, que siempre era callado y de pocas palabras, esta vez excepcionalmente me consoló.—Si no te casas, no te casas, de todas maneras no recibimos ni un peso de dote de ellos, aunque no te cases, ¡to

  • Mi Última Decisión Antes del Sí   Capítulo 06

    Entrecerré los ojos viendo cómo se llevaban a Naim los guardias.Hasta ahora aún quería usar las dos palabras "amnesia" para engañarme.Los siguientes días, como la discusión en internet se hacía cada vez más grande, Naim temporalmente no tuvo tiempo de venir a molestarme.El tiempo pasó volando.Después de salir del hospital, regresé directamente a esa casita rentada.Lo que no esperaba era que Naim estuviera esperándome frente a la puerta de la casa rentada.Al verme inmediatamente levantó la cabeza.Me entregó un ramo de camelias.—Renata, parece que recordé algunas cosas, hoy es tu cumpleaños, ¿verdad? Como tu novio, te celebro el cumpleaños.También levantó del suelo un pastel de cumpleaños de fresas.Con esa expresión algo orgullosa y satisfecha, ya podía adivinar lo que iba a decir después.No sería más que consolarme, hacer que siguiera esperando.Esperar a que se divirtiera lo suficiente, se hartara lo suficiente, para después anunciar abiertamente que había recuperado toda la

  • Mi Última Decisión Antes del Sí   Capítulo 05

    No le respondí.En el momento en que se cerró la puerta del quirófano, de reojo, vi a Naim completamente fuera de sí, queriendo levantarse para detenerme.Solo que aún no se podía bajarse de la cama, y rápidamente fue detenido por Yuridia, que estaba enredada a él y lloraba a mares.—¡Naim, no te muevas, me duele! Seguramente escuchaste mal, esta persona no puede ser Renata. Si en verdad estuviera embarazada de tu hijo, ya habría venido a obligarte a que te cases con ella, ¿cómo iba a practicarse un aborto?La enfermera también consolaba las emociones de Naim. Después de todo, ahora los dos estaban unidos estrechamente por algunos accesorios, y no se podían separar. Si lo hacían por la fuerza… Después de la cirugía, me trasladaron a una habitación.Apenas desbloqueé el celular, comenzó a vibrar con una gran cantidad de mensajes y llamadas.Los miré por encima, la mayoría eran de Naim.Esta era la primera vez que me mandaba tantos mensajes desde que fingía tener amnesia.«Rena

  • Mi Última Decisión Antes del Sí   Capítulo 04

    Después de salir del hospital, reservé por internet una cirugía de aborto para el día siguiente.A las diez de la noche, apenas había regresado a mi departamento y me había acostado, cuando Naim me llamó por teléfono.—En esta casa todavía hay cosas tuyas, a mi novia le molesta verlas. Por favor, ven a llevártelas.—Tíralas —le respondí con indiferencia—. Lo que queda ya no me sirve.Después de todo, no mentía. Ya me había llevado todo lo mío. Lo que había dejado o bien no me lo podía llevar o tenía que ver con Naim. Sin embargo, él se rio con frialdad.—Son tus cosas. ¿Por qué tengo que encargarme yo? Ven cuanto antes a llevártelas. De lo contrario, ¡te denunciaré por allanamiento de morada y robo!Me froté las sienes, las cuales me dolían, sintiendo una profunda impotencia. Por primera vez, sentí que Naim era sumamente pesado. Cuando regresé a esa casa, sobre la mesa vi una hilera de fotos de boda y todos los álbumes de aquellos cinco años de relación. —Renata, se ve que

  • Mi Última Decisión Antes del Sí   Capítulo 03

    Esa noche, después de irme, me quedé en un hotel.Al día siguiente, con la ayuda de un agente inmobiliario, renté una pequeña casa.Pensaba que ya no tendría más contacto con Naim. Lo último que esperaba era haberme quedado embarazada. Cuando desayuné, bien temprano, no pude evitar correr al baño a vomitar.Cuando fui al hospital a revisarme, muy desafortunadamente me topé con Naim y varios de sus hermanos.Intenté alejarme de ellos, pero, involuntariamente, me detuve en seco, permitiendo que me rodearan, mirándome con burla.—¿Una pueblerina como tú realmente creía que podría casarse con la familia Hernández?—En aquel entonces no sé qué pociones de amor le diste a Naim, lo tenías tan hechizado, que hasta rompió relaciones con la familia Hernández por estar contigo. ¡Qué bueno que por fin despertó!—¿Qué tiene en la mano? ¿Resultados de un ultrasonido de embarazo?Como al principio Naim había roto con la familia Hernández por mí, ninguno de los Hernández me veía con buenos o

More Chapters
Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status