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Capítulo 7
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Para mi familia, mi vida no es nada Capítulo 9
Quince días después, se conoció el veredicto del juicio.Bruno fue condenado a pena de muerte y Mamá recibió cadena perpetua.Quizás porque ya se había hecho justicia, mi alma se sintió libre al fin. Podía ir a donde quisiera, ya no estaba atada a mamá.En sus últimos días, Bruno vivía dominado por el terror a la muerte. Arrojaba al suelo la comida que los policías le llevaban.En solo una semana, adelgazó visiblemente.En el pasado, mis padres y Violeta se habrían deshecho de preocupación. Pero ahora ya no había nadie que quisiera visitarlo.El día de su ejecución, floté en silencio en el aire, observando. En el instante en que murió, su alma, al igual que la mía, se separó de su cuerpo. Me miró aterrorizado:—Iván, lo siento, sé que me equivoqué, ¡no me mates, no me mates!Sonreí:—¿Acaso no estás ya muerto?Él miró hacia abajo, vio su propio cadáver, lanzó un grito y su alma se desvaneció en el aire. Lástima que solo yo, como alma, pude oírlo.Ver que quien me hizo daño se des
Para mi familia, mi vida no es nada Capítulo 8
Mis padres y mi hermana miraron a Bruno con una incredulidad absoluta. Un silencio pesado se apoderó de todos.Reaccionando, mamá se abalanzó sobre Bruno y agarró su ropa con fuerza:—¡Bruno Montoya! ¡Asesino! ¿Cómo pudiste ser tan malvado? ¡Hasta a tu propio hermano fuiste capaz de matar!Mamá se excitaba cada vez más, y alzó la mano para golpearlo, pero los policías la detuvieron a tiempo.Era la primera vez en todos esos años que veía a mamá intentar pegarle a su hijo favorito.Bruno, al ver que la situación ya no tenía remedio, soltó una carcajada fría. Luego giró la cabeza hacia mamá. Su mirada ya no tenía ni un ápice de calor.—¿Que yo soy malvado? ¡Todo lo que sé lo aprendí de ti! —¿Que soy un asesino? ¿Y tú no eres la que llamó a todos los doctores a mi habitación, impidiendo que lo operaran? —¡Si no hubieras sido tú, ¿cómo habría podido matarlo tan fácilmente?Las palabras de Bruno clavaron en el corazón de mamá. Su cuerpo se quedó rígido al instante, como si todos sus e
Para mi familia, mi vida no es nada Capítulo 7
Unos días después, y quizás movida por la culpa, mamá organizó un funeral decente para mí.A la ceremonia asistieron algunos familiares, amigos y también doctores del hospital de mamá.Entre ellos estaba la enfermera que una vez intentó ayudarme. Se acercó a mi tumba con un ramo de flores:—Lo siento, si hubiera sido más valiente aquel día, quizás no habrías muerto.De todos los presentes, ella fue la única que me tendió la mano, y ahora era la única que me pedía disculpas. En cambio, mi propia madre, sin rastro de remordimiento, seguía quejándose de mí, como si así pudiera limpiar su culpa:—Iván siempre fue un niño desobediente. —Esta vez, por guardar rencor por cosas del pasado, quiso hacerle daño a su hermano y al final cosechó lo que sembró.Todos sabían en el fondo que mamá prefería a Bruno y conocían el sufrimiento que había soportado todos esos años.Pero nadie quería problemas, así que se limitaron a consolar a mamá con falsedad.De repente, un grupo de policías se dirigió
Para mi familia, mi vida no es nada Capítulo 6
A la mañana siguiente, mamá fue corriendo al hospital sin desayunar. Papá, preocupado, la acompañó.De camino, mamá no paraba de quejarse con papá de que yo les estaba haciendo perder el tiempo una vez más. Pero al llegar a la morgue y ver mi cadáver, mamá retrocedió aterrada, tambaleándose hasta agacharse contra la pared.—¿Cómo puede ser? ¿Cómo es posible? —Aquel día yo vi que no estaba tan grave y parecía estar perfectamente.Y era cierto, aparentemente no estaba tan grave. Aparte de unas leves rozaduras en las manos por proteger a mi hermano, no se veía nada obvio. Pero precisamente porque me giré para abrazar a Bruno, protegiéndolo bajo mí, el impacto masivo reventó mi corazón.La razón por la que parecía estar perfectamente era porque, con los órganos internos destrozados, estaba al borde de la muerte y la adrenalina en mi cuerpo había alcanzado su punto máximo.Mamá, siendo la directora del hospital, lo habría notado con solo haberme observado un poco. Pero por desgracia,
Para mi familia, mi vida no es nada Capítulo 5
Al oír esas palabras, mi mamá se quedó paralizada.Negándose a creerlo, repasó mentalmente la escena del accidente y dijo con seguridad:—Eso es imposible. Él iba en el mismo auto que Bruno. —Si Bruno ya ha recibido el alta, ¿cómo iba él a resultar tan herido?—¿Como si no fuera a darme cuenta de su mentira? —Solo quiere competir por atención frente a su hermano, para que yo me preocupe por él.—¡Les advierto a los dos que dejen ya de actuar en conjunto con este truco, o les va a ir muy mal!La enfermera, al ver que mamá se negaba a creerla, soltó un leve suspiro y dijo: —Directora, de verdad no le miento. —Si no me cree, vaya usted misma a la morgue, allí lo comprobará.Mamá comenzó a ponerse nerviosa. Paseaba de un lado a otro de la habitación, sus pasos pesados y acelerados. —¡Desgraciadas! ¡Se han juntado para engañarme! ¡Realmente no saben hasta dónde llega esto!Sin dejar que la enfermera añadiera nada más, colgó con rabia, golpeando la pantalla con el dedo.Al parecer, al
Para mi familia, mi vida no es nada Capítulo 4
Nada más entrar a la casa, Bruno se dejó caer en el sofá.Y con solo decir "tengo hambre", Violeta corrió de inmediato a la cocina, ansiosa por mostrarle las nuevas recetas que había aprendido.Mi hermana, que nunca mueve un dedo, hojeaba recetas de comida nutritiva de internet, temerosa de que a Bruno le pudiera caer mal algo.Papá sacó la consola de videojuegos de lujo más nueva, diciendo que era su regalo por recibir el alta y para celebrar que había escapado de la muerte.Mamá, por su parte, limpió la habitación de Bruno, colocó todo tipo de plantas aromáticas y dijo que respirar aire fresco ayudaría a su recuperación.Bruno, tan cómodo, seguía tumbado en el sofá jugando, pero así mismo tenía el corazón de toda la familia pendiente de él.Mi alma había regresado con ellos, pero este lugar que me era tan familiar, una vez más, solo me parecía frío y ajeno.De pronto, sonó el timbre de la puerta. Al ver la silueta que apareció, la reconocí al instante. Era mi novia, Natalia Ríos.N
