Share

Capítulo 93

Penulis: Valentina
Para los niños, Carolina ya no era una desconocida, sino la mala del cuento.

Héctor se sentó y les dijo:

—Yo sigo llamando a Valeria, no se preocupen. Si antes de las ocho no responde, llamaré a la policía, ¿de acuerdo?

Mientras marcaba, preguntó:

—¿La mala mujer es Carolina?

Los niños asintieron al unísono.

—Ella le pegó a Santiago y ni siquiera quiere admitirlo. Pero papá cree que estamos inventando cosas. —dijo Sofía con dolor, preocupándose más por su hermano que por ella misma.

Santiago abrazó a su hermana:

—Ya no me duele nada, hermana, no te pongas así.

Ver a los niños así le partió el corazón a Héctor.

"¡Sebastián es un completo imbécil!", pensó.

Tras media hora sin poder conectarse con Valeria, Héctor se vio obligado a llamar a Eduardo Castro... y por suerte contestó.

—¿Aló?

—¡Sr. Castro, soy yo! —se apresuró a decir Héctor.

—¿Sr. Aguirre?

—¡Exacto! Me surgió algo urgente, ¿me puede ayudar?

Eduardo accedió a escucharlo:

—¿De qué se trata?

—No puedo ubicar a Valeria, no
Lanjutkan membaca buku ini secara gratis
Pindai kode untuk mengunduh Aplikasi
Bab Terkunci

Bab terbaru

  • Prefieres A Tu Amor Ideal, No Seré La Madrastra De Esta Familia Rica   Capítulo 100

    Como antes...Por supuesto que Sebastián no quería ver sufrir a los niños, pero ya era demasiado tarde para eso. Valeria había tomado la decisión de divorciarse, sobre todo después de la pérdida del bebé.—Papá, cuando tengamos vacaciones,vamos a ver a mamá. ¿No está enferma? Si la cuidamos entre todos, Seguro querrá volver.. —sugirió Sofía.—Tiene a un hombre que la cuida. —dijo Sebastián.—Pero es solo el tío, la está ayudando. —respondió Santiago.Los niños eran tan inocentes que Sebastián no se atrevió adecirles la verdad:—Si su madre acepta, los acompaño.Los niños se emocionaron y extendieron sus meñiques:—¡Prometido! ¡Palabra!Sebastián sonrió divertido:—Listo, prometido.Sebastián sabía que necesitaba volver a ver a Valeria. Ella le debía una explicación sobre Eduardo. Seis años de matrimonio no podían terminar así. No quería pensar que su esposa fuera una interesada. ¿Qué había realmente entre ellos? ¿Eran solo amigos o había algo más? Si tenía algún problema, ¿por qué

  • Prefieres A Tu Amor Ideal, No Seré La Madrastra De Esta Familia Rica   Capítulo 99

    —¿Qué quieres comer mañana?¿Mañana? ¿Acaso vendría otra vez?—Ya me las arreglo sola, tengo empleada doméstica.Eduardo sacó un cigarrillo con calma y repitió, sin aceptar evasivas:—Te preguntéqué vas a comer mañana?Esa manera tan autoritaria, pero casi infantil, hizo que a Valeria le dieran ganas de reír.—Pescado, entonces.Eduardo se levantó y se fue caminando tranquilamente, sin prisa, hasta desaparecer en la noche. Después de todo , ella era una mujer y no sería apropiado quedarse .***En el camino de regreso a casa de los Jiménez, Sebastián no podía concentrarse. Solo pensar en Valeria a solas con Eduardo lo sacaba de quicio.Pero al mismo tiempo, cuando él pasaba tiempo con Carolina, ¿no sufriría Valeria igual? ¿Acaso había estado equivocado todo este tiempo?Pero su relación con Carolina era legítima.—Sebastián, ¿qué te pasa? —preguntó Carolina con cautela.Sebastián reaccionó.—Los niños no te pueden ver ni en pintura. No forcemos las cosas. Si no quieren estar contigo, o

  • Prefieres A Tu Amor Ideal, No Seré La Madrastra De Esta Familia Rica   Capítulo 98

    Valeria alzó la mirada. —¿Entre nosotros todavía queda algo que decir?Eduardo permanecía sentado atrás fumando, divirtiéndose con el drama.Sebastián la miraba fijamente, pero en los ojos de Valeria ya no quedaba nada del amor de antes.De repente le vinieron a la memoria todos esos años. Habían sido una familia feliz, sin conflictos ni resentimientos.Los celos que sintió al verla con Eduardo y los niños lo hicieron entender por fin lo que Valeria había vivido cuando él jugaba a la familia feliz con Carolina.Sebastián extendió la mano y tomó la de Valeria.Por un momento, su mirada lo transportó a aquella mañana cuando se conocieron.—Regresa a casa para que te recuperes, yo te voy a cuidar. Es mi deber cuidarte, al menos hasta que estés bien. Una vez que estés bien, decides qué quieres hacer con tu vida.Valeria se sorprendió por sus palabras y su actitud; él le estaba dando hasta la libertad de divorciarse.Hace dos días estaba hecho una furia, ¿cómo podía cambiar de la noche a la

  • Prefieres A Tu Amor Ideal, No Seré La Madrastra De Esta Familia Rica   Capítulo 97

    Sebastián frunció el ceño, recordando las palabras de los niños. Como padre, no podía ignorar este asunto.—¿Dijiste que los niños te llamaron bruja, cierto?Carolina se sobresaltó ligeramente.—Eh... sí, pero no me lo tomo en serio.—Pero los niños no dijeron eso. —Sebastián la miró fijamente.Carolina sospechaba que los niños habían soltado algo más. Se puso nerviosa y desvió la vista mientras se frotaba la frente.—Quizás estaba alterada en ese momento. Los niños tenían las caricaturas a todo volumen y me confundí con lo que escuché.Sebastián la observó por un largo momento.—¿Realmente le pegaste a Santiago?Carolina respiró hondo.—No le pegué, solo le di una palmadita. Los niños están armando un escándalo por nada.—Eres su madre biológica. Deberías estar de su lado, no inventando excusas. —Por primera vez Sebastián perdió la paciencia con Carolina.Carolina lo notó y se acercó un paso, tomándole la mano.—Por eso mismo, como su madre, no voy a permitir que los malcríen. Yo nunc

  • Prefieres A Tu Amor Ideal, No Seré La Madrastra De Esta Familia Rica   Capítulo 96

    Sofía tomó a Santiago de la mano y se quedaron ahí parados, sin acercarse a él.Sebastián se agachó frente a ellos. —Díganme la verdad. ¿Carolina realmente los golpeó? Repítanmelo otra vez.Los niños que mienten siempre acaban contradiciéndose.Valeria los animó: —Tranquilos, cuéntenme exactamente lo que pasó. Ya saben que les enseñé a decir siempre la verdad.Al escuchar esto, Sebastián no pudo evitar mirarla. Ella siempre les había inculcado a los niños el valor de la honestidad.Sofía se armó de valor: —Santiago y yo estábamos haciendo la tarea cuando ella llegó hablando de mudarnos a una casa más grande, de que íbamos a empezar de cero. Le preguntamos por mamá y nos miró súper mal.Santiago añadió: —¡Puso una cara súper fea que nos asustó muchísimo!—Cuando Santiago se asustó y la empujó un poquito, ella le pegó durísimo en la espalda y nos gritó que éramos unos malagradecidos.Sofía frunció el ceño: —Eso fuelo que pasó. Ella miente, ¡nosotros nunca le dijimos bruja! Siempre di

  • Prefieres A Tu Amor Ideal, No Seré La Madrastra De Esta Familia Rica   Capítulo 95

    Al poco rato, Santiago apretó los dientes y estalló:—¡Tú no eres nuestro papá! Nuestro papá nos creería a nosotros, no a extraños.Tras estas palabras, Eduardo protegió a los dos niños detrás de él, permaneciendo sentado sin inmutarse:—Los niños dicen que no los conocen. Mejor váyanse.Sebastián se acercó amenazante:—Eduardo, ¿no te bastó con quitarme a mi mujer? ¿Ahora también vienes por mis hijos?Para él, Eduardo le había arrebatado a Valeria.—Los niños dijeron que no los conocen. Si se los llevan a la fuerza, eso sí sería un secuestro —Eduardo miró de reojo a los policías—. Se está haciendo tarde, ¿qué más necesitan?Era cierto. Ahora que los niños habían dicho no conocerlos, llevárselos por la fuerza era imposible. Pero Sebastián podía probar que eran sus hijos biológicos.Carolina se apuró a decir:—¡Oficial, tenemos los registros civiles! ¡Son realmente nuestros hijos!—¿Cómo "nuestros"? —preguntó el policía alzando una ceja.Carolina se quedó atónita.El policía suspiró:—Y

Bab Lainnya
Jelajahi dan baca novel bagus secara gratis
Akses gratis ke berbagai novel bagus di aplikasi GoodNovel. Unduh buku yang kamu suka dan baca di mana saja & kapan saja.
Baca buku gratis di Aplikasi
Pindai kode untuk membaca di Aplikasi
DMCA.com Protection Status