Share

Capítulo 5

Auteur: Shirley
Desprevenido, Kade retrocedió por el empujón. Su expresión se volvió seria y un destello peligroso brilló en sus ojos dorados de lobo.

—¿Por qué? ¿Es por el Alfa de la manada Silver Crest? ¿O porque no fui a cenar con tu papá? Ya no eres una niña. Deja de hacer berrinches.

Me arreglé la camisa y me la abotoné, dije con voz firme:

—¿Cuándo te he hecho un berrinche?

Mi firmeza agotó la poca paciencia que Kade tenía.

Me lanzó una mirada dura, molesta, mientras la presión de su autoridad de Alfa emanaba de él.

—Te estoy dando una salida, Anya. Te sugiero que la tomes.

Lo miré en silencio, con una actitud vacía.

—Vamos a terminar nuestra relación.

—¿Terminar nuestra relación?

Kade repitió mis palabras con un tono lento y despreocupado. Sonrió de manera indiferente.

—¿Y qué relación creías exactamente que teníamos?

Me quedé helada.

—¿A qué te refieres?

Kade se rio de manera burlona, con una mirada cruel.

—Eres una distracción. Algo temporal. Nada más. Si ya te cansaste de este juego, te puedes ir cuando quieras.

Todo mi cuerpo se tensó. Aunque estaba preparada, sentí dolor. Así que para él, ni siquiera teníamos un vínculo de pareja normal.

A sus ojos, yo solo era una Beta con marca temporal.

—Pequeña Beta.

Kade se inclinó hasta quedar a mi altura, con una sonrisa cruel en los labios.

—Te dije en su momento que podías alejarte. ¿No fuiste tú la que aceptó marcarse conmigo en secreto? No habrás pensado que éramos compañeros de verdad, ¿o sí?

Sentí como si me hubiera caído un rayo encima; me dieron escalofríos.

—Creí que entendías el acuerdo. Pensé que estabas bien con eso. O sea, mira la diferencia de nuestros rangos. Nuestras edades. Sin mencionar que eres la mejor amiga de mi hermana. ¿En serio creíste que te iba a dar una ceremonia de unión formal?

Clavé las uñas en las palmas de mis manos, luchando para que no se me salieran las lágrimas.

—No te preocupes, no tengo ninguna intención de aferrarme a ti. Solo dame un minuto para empacar mis cosas y te dejaré en paz.

Dicho esto, me di la vuelta bruscamente y las lágrimas por fin brotaron.

Me maldije por ser tan débil. Ya sabía todo esto, ¿por qué dolía tanto todavía?

No quería mostrar mi vulnerabilidad, así que me concentré únicamente en empacar.

Ninguno de los dos habló, y la sala se sumió en un silencio extraño y opresivo.

Kade sostenía un cigarrillo entre los dedos, pero no le dio ni una sola calada. Su mirada seguía cada uno de mis movimientos. Ver cómo guardaba todas mis pertenencias en la maleta sin dudarlo lo llenó de una frustración desconocida. Caminaba de un lado a otro de la habitación, inquieto.

Fue solo cuando cerré la maleta y me di la vuelta para irme que la voz de Kade volvió a resonar.

—Si sales por esa puerta, no puedes volver, ni aunque te arrastres.

Llegué a la puerta, me detuve y regresé. Era el tazón con el estofado que mi padre le había preparado a Kade.

Cuando él regresó, lo vio en la mesa del comedor y asumió que era basura. Lo había tirado. Pero al ver con cuánto cuidado lo sostenía yo, lo entendió.

Cuando iba a ofrecer una explicación, escuchó mi voz, tan quieta e inerte como un lago muerto.

—¿Te da algún tipo de placer enfermo destrozar el corazón de alguien?

Después de decir eso, me reí con amargura, burlándome de mí misma.

Era un Alfa que había sido consentido toda su vida, a quien le habían dado todo lo que siempre quiso.

Cosas como los sentimientos genuinos y los afectos valiosos no tenían ningún valor para él. ¿Para qué estaba diciendo esto, solo para humillarme?

Los ojos dorados de lobo de Kade parpadearon; su lobo se agitó al otro lado de su vínculo de pareja.

Las palabras que estaba a punto de decir fueron interrumpidas por el sonido de la puerta al cerrarse.

Kade se quedó mirando y luego dejó escapar una risa seca y furiosa.

Bien. Era raro que ella desafiara su autoridad de Alfa de esa manera.

Esta vez, vería cuánto tiempo podía aguantar antes de volver arrastrándose a él.

***

Me mudé a las barracas de los guerreros y pasé los siguientes días ocupada con los preparativos de mi traslado.

Chloe intentó sacarme varias veces, pero como me negué, me acorraló en las barracas.

Me llevó a la plaza central de celebraciones de la manada. Una hoguera ardía intensamente y los hombres lobo bailaban en círculo, celebrando los dones de la Diosa de la Luna.

Antes me encantaba asistir a los festivales de luna llena de la manada. La sensación de unidad siempre le daba paz a mi loba.

Pero a Kade no le gustaba que apareciera en público, decía que podría exponer nuestra relación privada.

Así que, después de cuatro años juntos, casi había olvidado lo que se sentía disfrutar bajo la luz de la luna.

—Toma, bébelo —dijo Chloe, pasándome un vaso de licor fuerte.

El alcohol me quemó la garganta, pero no fue nada comparado con el dolor de mi corazón.

—Escuché que el Alfa Jasper de la manada Silver Crest está muy interesado en ti —susurró Chloe.

—En la última reunión de la alianza de manadas, preguntó específicamente por ti.

Hice una pausa y luego lo negué.

—No hemos hablado desde nuestra ceremonia de mayoría de edad.

Chloe hizo un puchero, pero no insistió en el tema.

Levanté mi vaso para brindar con ella, pero mi mirada se cruzó con la de Kade cuando entraba al festival.

Su brazo rodeaba con naturalidad la delgada cintura de Selena, en un gesto íntimo y posesivo.

Cuando nuestras miradas se encontraron, incluso arqueó una ceja en un gesto silencioso y desafiante.
Continuez à lire ce livre gratuitement
Scanner le code pour télécharger l'application

Latest chapter

  • Quédate Con Tu Luna Podrida   Capítulo 23

    —Liam, el padrastro de Selena, está aquí en la manada Silver Crest. Insiste en verla.No supe ni qué pensar y levanté la mirada de una pila de documentos de la manada. Antes de que pudiera decir algo, la puerta de la oficina se abrió desde afuera.Mi asistente intentó detenerlo, pero se lo impedí.—Puedes retirarte.—Sí, Luna.Le serví un vaso de agua. Un segundo después, me lo arrojó a la cara. Por si fuera poco, una cachetada me resonó en la cara.El sabor a sangre me inundó la boca.—¡Maldita!Liam me apuntó con el dedo y gritó:—¿Quién te crees para apoderarte de los bienes de la manada Luna Negra?—La manada Luna Negra era un cascarón vacío. Es mejor que yo controle su patrimonio a que caiga en manos de extraños.Saqué unos pañuelos y me sequé lentamente el agua de la cara.—Además, creo que no entiendes la situación. Ya no existe la manada Luna Negra. Si quisiera, mañana mismo podría cambiarle el nombre.Liam me señaló, temblando de coraje.—¡Loba malagradecida! Te apoderaste del

  • Quédate Con Tu Luna Podrida   Capítulo 22

    Selena se desplomó en el suelo.Me miró como si fuera la diosa de la venganza que había venido a reclamar su vida.La noticia de la alianza matrimonial entre el Alfa de la manada Silver Crest y una guerrera de la manada Luna Negra sacudió a toda la comunidad de hombres lobo del norte.Todos sabían que la manada Luna Negra llevaba años en decadencia, y que aquella guerrera Beta acababa de ser rechazada en público por un Alfa, con su reputación destrozada.Nadie se explicaba por qué el poderoso Alfa Jasper, de sangre pura, elegiría a una Beta rechazada como su Luna.Incluso Kade estaba confundido. No lograba descifrar a qué estaba jugando Jasper.Antes de que Kade pudiera reaccionar, los himnos sagrados para la coronación de la Luna comenzaron a sonar.Levantó la mirada al escuchar la música y vio cómo se abrían las puertas del salón ceremonial.Una mujer, ataviada con un vestido de Luna blanco plateado, caminaba lentamente hacia el altar.Cuando por fin le vio la cara, la mente de Kade

  • Quédate Con Tu Luna Podrida   Capítulo 21

    No sé cuánto tiempo pasó. Sentí que me ahogaba en ese beso, tan largo. Un instante antes de quedarme sin aire, Jasper apartó sus labios un poco, pero se resistía a separarse del todo, dándome un beso en la comisura de la boca.—¿No me deseas?—Sí.Su voz sonó rasposa contra mi oído, su aliento de Alfa recorriendo mi cuello acalorado.—Ahora no.—Sabes lo que quiero, Anya.Sonreí forzadamente.—Lo único que puedo ofrecerte es venganza.Su manzana de Adán se movió bajo su piel pálida. Su instinto de Alfa lo impulsaba a marcarme, pero la razón lo frenaba.—Lo único que importa es que tú quieras. Yo me encargo de lo demás. Que no se te olvide que, además de ser el Alfa de la manada Silver Crest, también controlo la red comercial más grande del norte. No dependo de ninguna manada. Así que confía en mí, solo por esta vez. No me importa si me usas o si soy un escalón en tu camino. Lo que quieras, yo te lo doy.—¿Y si quiero ser tu Luna?En ese momento, quería probar cómo se sentía estar en la

  • Quédate Con Tu Luna Podrida   Capítulo 20

    El funeral se llevó a cabo tres días después. No vino mucha gente, principalmente los viejos compañeros de armas de mi padre.Yo permanecía en silencio frente a la lápida, vestida con el atuendo negro y formal de guerrera.—Hermana, te acompaño en este momento de dolor. No te pongas así. Que tu padre haya aguantado tanto demuestra lo buena hija que fuiste. Pero ahora nos tienes a nosotras, somos tu familia.Al escucharla, le lancé una mirada indiferente a mi madre, que iba vestida de forma ostentosa. Selena, por su parte, apretó la mandíbula y siseó en un tono que solo yo podía escuchar:—Ni se te ocurra pensar que eres parte de nuestra familia. Eres un ave de mal agüero. Tú mataste a tu propio padre con tu mala suerte, ¿y ahora quieres traernos la desgracia a nosotras? Si te hubieras quedado como la simple Beta que eres, calladita y sin dar problemas, a lo mejor tu padre habría vivido unos años más. Pero no, con una hija tan problemática como tú, seguro sintió que su vida era una mald

  • Quédate Con Tu Luna Podrida   Capítulo 19

    Apenas había dicho eso cuando Jasper se interrumpió, molesto. Escucharme menospreciarme con esa indiferencia fingida había despertado sus instintos protectores de Alfa.Me quedé paralizada, sin saber qué decir.—Perdón.Su voz de Alfa sonó grave y solemne. Ahora la nerviosa era yo. Agité las manos de un lado a otro.—No, no… no es eso…—No tenía idea de todo lo que tuviste que aguantar por esos rumores.Mi cara se quedó rígida.—Nunca dije nada porque… me gustaba que la gente nos relacionara. Sentía que eso nos conectaba, que me hacía especial para ti de una forma que los otros Alfas no lo eran. Te dejé una carta antes de irme a entrenar al otro continente, pero nunca…Una alerta urgente en su comunicador lo interrumpió. Era la clínica de la manada.Sin que me importara nada más, contesté la llamada. Después de escuchar al sanador, me quedé inmóvil un buen rato tras colgar, con un ligero temblor en las yemas de los dedos.—¿Qué pasó?—Llegó una hierba muy difícil de conseguir que puede

  • Quédate Con Tu Luna Podrida   Capítulo 18

    Antes de que el cenicero de plata tocara el suelo, giré sobre mis talones y le di una patada a Selena en el estómago.El dolor la hizo doblarse.—Todos lo vieron. Actué en defensa propia.Me incliné y le susurré al oído a Selena:—Me llamaste Beta inútil, ¿no? Perfecto. Arreglemos esto como lo haría una guerrera Beta. ¿Te encanta hacerte la víctima y distorsionar la verdad? Te voy a dar una razón en serio para que llores.Había entrenado combate con mi padre desde niña. Mi fuerza superaba por mucho la de una loba común y corriente. Lidiar con dos hijas de Alfa consentidas fue pan comido.Cuando llegaron los guardias de la manada, tenía la mano izquierda enredada en el cabello de Selena y el pie derecho en la espalda de su amiga.Daban lástima, con la cara hecha un desastre de mocos y lágrimas.Selena se cubrió la cara y chilló:—¡Sabía que estabas fingiendo todo este tiempo! ¡¿Crees que Kade y Jasper van a querer a una Beta insignificante como tú cuando vean lo salvaje que eres en real

Plus de chapitres
Découvrez et lisez de bons romans gratuitement
Accédez gratuitement à un grand nombre de bons romans sur GoodNovel. Téléchargez les livres que vous aimez et lisez où et quand vous voulez.
Lisez des livres gratuitement sur l'APP
Scanner le code pour lire sur l'application
DMCA.com Protection Status