Semua Bab El General Todopoderoso de Dragón: Bab 1211 - Bab 1220

Mucha gente se reunió aquí: Tiniebla, el Señor Lee y un anciano. El anciano llevaba un traje antiguo. Fumaba un puro, llenando la habitación de humo. “Maestro…”, saludó Asher Lee respetuosamente al anciano. “¿Cuál es la situación afuera?”, preguntó el anciano que fumaba el puro. El anciano no era otro que Cielo, maestro de Asher y uno de las Cuatro Élites que protegían al Rey de hace cien años. “Han llegado muchos”. Asher continuó: “Algunos se escabulleron. Todos poseen una fuerza tremenda. No se han revelado después de llegar a la Secta del Monte Trueno, y creo que no se mostrarán hasta el último momento mañana”. “¿Quiénes son estas personas?”. Fumando su cigarro, la expresión de Cielo permaneció serena. Asher respondió: “De momento no estamos seguros”. “Por cierto, ¿está aquí el Señor Lance?”, preguntó Cielo. “No he visto al Viejo Rey por ninguna parte. Ya debería estar aquí, ocultándose en las sombras”, respondió Asher. “Entiendo. Eres libre de irte”. “Entend

Delainey asintió con la cabeza antes de decir: “Por favor, tengan en cuenta que esto no es un duelo a muerte. Una vez que una de las partes admite la derrota, no se permite asestar el golpe mortal. Según las reglas anteriores, cualquiera puede entrar en la arena. Serás el nuevo Gran Maestro si eres capaz de derrotar a todos los demás”. Entonces, se dio la vuelta para irse. Aunque había alrededor de diez mil personas allí, nadie pronunció una sola palabra. El ambiente era tenso. Nadie se ofreció voluntario para entrar en la arena. “¡Jajaja! Tendré el honor de ser el primero en entrar en la arena, entonces”. Se escuchó una voz. Entonces, un hombre de mediana edad saltó a la arena. ¡Bum! La arena tembló. Los artistas marciales con bases de cultivo más débiles perdieron el equilibrio y cayeron. Era Donovan Blithe. Era un artista marcial de sexto grado y sabía que no podría convertirse en Gran Maestro con su fuerza. Sin embargo, estaba aquí para liderar la carga, ya que sa

Sin embargo, la espada había desaparecido sin dejar rastro. Thomas solo había visto referencias a la Espada Malévola en los antiguos pergaminos de la casa de los Caden. Hace mil años, el Príncipe de la Montaña Orquídea tenía bajo su estandarte a muchos poderosos artistas marciales. Aparte de los cuatro principales oficiales, también tenía muchos subordinados leales. Entre ellos había un hombre llamado el Rey Malévolo, quien poseía una fuerza aterradora. La Espada Malévola que poseía era considerada el arma más poderosa del mundo. Simn explicó: “Para matar a la Tortuga Espiritual, el Príncipe de la Montaña Orquídea trajo aquí a muchos de sus subordinados. Tras la batalla, casi todos fueron aniquilados. Entre ellos estaba su subordinado, el Rey Malévolo, quien poseía esta espada. Cuando el príncipe regresó, reunió a muchos artesanos y construyó tres puertas para sellar a la Tortuga Espiritual dentro de la Caverna de Nieve. Al mismo tiempo, también dejó atrás la Espada Malévola”. Si

James le recordó: “Creo que deberíamos actuar cuanto antes. Piénsalo. Si solo matamos a Callan después de que masacre a todos los presentes, ¿qué ganaremos a cambio? Si atacamos ahora, seremos aplaudidos por todos. Después de convertirnos en el Gran Maestro, todos los artistas marciales obedecerán todas nuestras órdenes. ¿No estamos matando dos pájaros de un tiro?”. James estaba tratando de convencer a Lucjan para que actuara ahora. Quería exterminar a Callan, el artista marcial más poderoso presente en la conferencia. “Tienes razón”. Lucjan asintió ligeramente con la cabeza. Las palabras de James tenían sentido. Sin embargo, tenía que proceder con cautela. Si cometía un solo error, todo estaría perdido. Tenía que exterminar a Callan de un solo golpe. De lo contrario, las consecuencias serían nefastas. “En ese caso, debemos hacer algo ahora”, dijo James ansiosamente. Le preocupaba que las cosas se salieran de control si se alargaban. Una vez eliminado Callan, las cosas irían mu

Después de caminar durante tanto tiempo, aún seguían sin encontrar ningún rastro de la Tortuga Espiritual. “¿Cómo voy a saberlo?”, dijo Simon. Aunque conocía el secreto de este lugar, nunca había pasado por los mecanismos para llegar hasta aquí. “Adentrémonos más en el pasadizo”. Thomas no podía creer que la Tortuga Espiritual estuviera muerta. Basándose en la información dejada por el Príncipe de la Montaña Orquídea, la Tortuga Espiritual había vivido durante muchos años. Ya tenía tres mil años, incluso hace un milenio. Aunque sufriera una herida, no iba a morir tan fácilmente. Ambosse adentraron en la Caverna de Nieve. En poco tiempo, llegaron a la parte más profunda del pasadizo. Había un charco de agua cubierto por una fina niebla. Examinando los alrededores, Simon dijo: “No hay otros caminos”. Thomas asintió ligeramente con la cabeza y miró el charco de agua que tenía delante. “Si la Tortuga Espiritual sigue viva, debe de haberse escondido debajo del estanque”. D