—¿En el hospital?Valeria se incorporó completamente en el sofá:—¿Por qué está en el hospital?La otra persona se sentía incómoda.Después de pensarlo, dijo:—Mejor vaya usted misma a preguntarle a la señorita Ramírez, después de todo es un asunto de jefes, no nos corresponde a nosotros decir nada.Valeria frunció los labios:—Está bien, mándame la dirección del hospital.Colgó el teléfono, sus ojos se ensombrecieron por un momento.De repente sintió que esto no era algo simple.Pensando en lo extraña que había estado Sofía últimamente, Valeria se levantó, se cambió de ropa y se dirigió al hospital.Cuando llegó al hospital, vio a Sofía acostada en la cama, con el brazo vendado.En la otra mano tenía suero.Por su aspecto se notaba que la herida no era menor.Al ver a Valeria, Sofía se quedó completamente atónita, tardó un momento en reaccionar:—Vale, ¿cómo llegaste aquí?Valeria resopló con frialdad, su pequeña figura recargada contra el marco de la puerta mirándola.—¿Qué? Si no ve
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