All Chapters of Términos de Rendición: Chapter 321 - Chapter 330

En cuanto se mencionó a Camila, Jessica no podía parar de quejarse.—El departamento donde está tiene la tasa de renuncia más alta de toda la empresa. Como gerente de departamento, ya es mucho que no lidere a su gente.—Además, se aprovecha de su relación con tu papá para robarse los logros de los empleados del departamento todos los días.—Contratan gente nueva cada día y ni así es suficiente para compensar el daño que hace. Es desesperante.En principio, después de todos estos años en la empresa, Jessica ya había desarrollado esa personalidad de que nada le importaba.Pero frente a Valeria, no podía evitar desahogarse.Se rio: —Por la relación de la señorita Rivas, aunque mucha gente en la empresa no la soporta, todos se aguantan sin atreverse a decir nada.—Pero ahora que llegaste tú, creo que no podrá seguir saltando por mucho tiempo.Valeria sonrió ligeramente y la miró arqueando una ceja: —¿Tienes tanta confianza en mí?—¿No te da miedo que haya venido a la empresa solo a holgaza

—Por encargo del señor Rivas, de ahora en adelante estaré a cargo del departamento de recursos humanos y el departamento financiero.Tenía en el rostro una sonrisa elegante y confiada.Pero sus palabras dejaron a Arturo desconcertado: —¿Cuándo dije eso?Arturo se sorprendió y molestó de que Valeria llegara y se quedara con los dos departamentos más importantes del Grupo Rivas.Valeria se volteó a mirarlo, con una sonrisa amable en el rostro.—Señor Rivas, ¿está seguro de que nunca lo dijo?Arturo miró esa cara sonriente de Valeria, y claramente pudo ver un matiz amenazante en sus ojos.Hizo una pausa, y entonces recordó que cuando firmó el contrato con Héctor, efectivamente se especificaba que la vicepresidenta designada estaría a cargo del departamento de recursos humanos y el departamento financiero.Ese había sido el trato en su momento.Solo que la aparición repentina de Valeria hoy había alterado sus pensamientos.Se quedó en silencio un momento, pero finalmente asintió: —Efectiva

El auto parecía tener olor a perfume, pero no era el de Damián. Damián era una persona meticulosa, después de conocerlo tanto tiempo, Valeria solo había percibido un tipo de fragancia en él, definitivamente no era esta. Además, como mujer, sabía perfectamente que este perfume era definitivamente de mujer. Dulce pero con un aroma seductor que resultaba empalagosamente excesivo.Sin embargo... se volteó a mirar a Damián, pensando que probablemente le gustarían ese tipo de chicas: jóvenes, hermosas, obedientes. Cuando este pensamiento surgió, Valeria sintió una extraña incomodidad sin razón aparente.Bajó la vista para mirar el asiento donde estaba sentada, frunciendo ligeramente el ceño. ¿Acaso otra mujer acababa de sentarse en este mismo lugar? ¿O será que Damián acababa de venir de la cama de otra mujer y se había impregnado del olor a perfume? Sin importar cuál fuera el caso, ambos le causaban una sensación de malestar.Manuel ya había arrancado el auto y se dirigía hacia adelante. Va

No pudo evitar inhalar bruscamente.—Sss...Inhaló aire frío y protestó lastimosamente: —Señor Figueroa, duele mucho...Realmente dolía mucho. Pero cuando dijo esto, su voz era dulce y suave, como si estuviera actuando mimosa o gimiendo suavemente.Los ojos de Damián se oscurecieron y finalmente la soltó, pero sus labios se movieron hacia arriba poco a poco, sellando sus labios rojos ligeramente temblorosos.Valeria había mentido y se sentía completamente culpable, no se atrevía a resistir para nada. Solo pudo permitir que Damián la saqueara sin límites.Esta bañera era realmente de alta gama, no importó cuánto tiempo pasó, la temperatura del agua no se enfrió ni un poco. Finalmente Valeria se apoyó en el pecho de Damián, suplicando suavemente por piedad.—Señor Figueroa, no... no más...Se estaba volviendo loca. Aunque Damián acababa de recuperarse de sus heridas hace poco, ¿cómo podía ser tan incansable? En este momento ya había olvidado completamente el olor a perfume que la había m

¿Acaso solo era para que viniera a ver sus elegantes modales al comer?Frunció el ceño, quejándose internamente. Entonces Damián habló tranquilamente.—Estos días desde que entraste al Grupo Rivas, ¿hay algo que necesites decirme?—¿Ah? —Valeria no reaccionó, por reflejo dejó escapar un "ah".Vio que Damián levantó la vista para mirarla.—Recuerdo que antes, cuando me convenciste de ayudarte a conseguir el Grupo Rivas, dijiste que mi inversión tendría un retorno considerable. Ya llevas más de una semana en el Grupo Rivas, ¿si va a haber una transformación? ¿Qué trabajos se realizarán a continuación, tienes alguna idea?Valeria negó con la cabeza.—Por ahora no. Esta semana mi trabajo principal ha estado enfocado en recursos humanos y finanzas. Todos estos años el Grupo Rivas ha estado plagado de parásitos, hay grandes problemas financieros, si no se resuelven bien, en el futuro...Damián dejó los cubiertos y levantó la vista para mirarla.—Todos esos son tus problemas. Lo que quiero ve