El hijo que había llevado en mi vientre por nueve meses, soportando las náuseas y el malestar, al que había dado a luz con esfuerzo, murió ante mis ojos.Ese pequeño tesoro que dormía tranquilo frente a mí, que corría a mis brazos sonriendo y me llamaba «mamá», ahora tenía el rostro azulado, una clara marca de estrangulación en el cuello y ningún aliento de vida.Intenté buscar algún rastro del alma de Manolo a mi alrededor, pero no encontré nada.Luciana soltó un grito y se refugió en los brazos de José, como si hubiera sufrido un terrible shock.—José, ¿crees que Manolo nos guarde rencor? —preguntó, con voz temblorosa—. ¿Vendrá a buscarnos?José, con expresión sombría, evidentemente sorprendido de que su hijo, quien siempre lo evitaba, se hubiera suicidado, ordenó:—Mayordomo, comunica que el hijo adoptivo del Grupo Ocampo falleció por una enfermedad repentina, a pesar de los esfuerzos médicos.Sin embargo, un momento después, pareció reconsiderarlo y lo detuvo:—Espera, no e
Baca selengkapnya