Este resultado, no es que no lo hubiera pensado antes.Pero pensándolo mejor, Inés había esperado tantos años, por fin se iba a casar con Héctor, seguro no se rendiría fácil, así que mejor no le hizo caso a esa idea.—Jeje... si yo fuera Inés, también cortaba. Joaquín soltó una risa fría, estirando el cuello para quejarse.Bajo los lentes con armazón dorado, sus ojos brillaron un poquito. Al escuchar esta noticia, Celso, quien se había quedado callado, curveó despacio las comisuras de sus labios hacia arriba.—Héctor, ¿qué onda?Nubelia se acercó rápido al lado de Héctor. Al ver el mensaje en el teléfono, sus ojos se le iluminaron luego luego.Sus uñas filosas se le clavaron con fuerza en la palma de su mano. En ese momento, solo sintiendo esas punzadas de dolor podía controlar a duras penas sus labios que querían sonreír, haciendo el esfuerzo por parecer sorprendida.—Héctor, Inés debe estar hablando de coraje, ¿verdad?—No creo que terminara contigo por algo tan chiquito...—Jajaja..
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