All Chapters of Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó: Chapter 21 - Chapter 30

—¡Oye, muchacho, qué te pasa! ¡Cómo vas a molestar a los viejitos!—¡Eso es, lárgate ya, o le hablamos al vigilante!—¿Eres de aquí? ¡Nunca te habíamos visto!Todos hablaban al mismo tiempo, señalando a Héctor.El viento le silbaba en los oídos, su cabello despeinado volaba como loco, la cabeza le zumbaba. Héctor apretó las muelas, su cuerpo tieso parado en las escaleras, su mano derecha que colgaba a un lado se alzó despacio.—¿Tú, qué vas a hacer? Sus manos le temblaron un poquito al agarrar el palo, viendo la mano alzada del hombre. Los ojos de la señora mayor giraron y de repente se aventó hacia el cartón apilado a un lado.—¡Ayyyy, me pegó... me pegó...!—¿Te atreves a pegar? ¡Háblenle a la policía! ¡Rápido, háblenle a la policía!—¡Claro, atreverse a molestar a nosotros los viejitos, prepárate para quedarte en la ruina!Al ver a la señora mayor tirarse al suelo, sus amigas que la rodeaban rápido gritaron con todo pidiendo que le hablaran a la policía.Héctor: "..."Una sonrisa si

Al escuchar las palabras del agente inmobiliario, la expresión del otro se calmó un poquito, resopló mirando feo a Héctor y abrió la puerta.El conocido aroma a hierbas medicinales salió por la rendija de la puerta. En el momento en que se abrió la puerta, Héctor ya se había lanzado adentro sin importarle nada.Los latidos violentos de su corazón le hicieron sudar frío en las sienes. Parado en la habitación vacía, un pánico enorme lo cubrió por completo.Su mente en blanco, los oídos le zumbaban, en un instante, todo su mundo se vino abajo por completo.—No, no puede ser, Inés no me dejaría... —pensó.Negando con la cabeza con fuerza, el hombre murmuró bajito, su voz temblaba un poco.Miraba fijo todo lo conocido en la casa, sintiendo como si su corazón fuera apretado con fuerza por una mano gigante, tanto que hasta respirar se le dificultaba un montón.El agente inmobiliario parado en la puerta, viendo su cara de tristeza, suspiró suavemente.—Cuando Inés se fue, dejó a propósito todo

Solo quería una casa que le gustara, ¿cómo eso la hacía presumida? —pensó.—Cuñada, ¿hueles esa fragancia en el aire?Rocío jalaba la maleta caminando adelante, se volteó y le preguntó sonriendo de oreja a oreja.—¿Eh?Sus hermosas cejas se alzaron un poquito, hasta entonces Inés se dio cuenta de la suave fragancia flotando en el aire.—¿Esto es... osmanto?Un destello de sorpresa pasó por sus ojos negros como tinta, Inés entreabrió los labios, respiró profundo: —¡Sí, es osmanto!Esta vez, estaba completamente segura.Desde chiquita, en el patio donde vivía había un árbol de osmanto, cada otoño, la suave fragancia flotaba por todo el patio.Su mamá, cada año hacía mermelada de osmanto y pasteles de osmanto con las flores doradas del árbol.También preparaba a propósito vino de osmanto para su papá, para beber en el Festival de Medio Otoño.Pero desde que murió su mamá, nunca había vuelto a comer esas cosas...Sus ojos húmedos se enrojecieron un poquito, oliendo la conocida fragancia de

Sus labios delgados se apretaron ligeramente, bajó la cabeza, sus dedos tocaron rápido el teclado."¿Puedo decorarla como sea?""Por supuesto, como te guste.""En el gabinete de la entrada hay una tarjeta, la contraseña es 200202.""¿200202?" "¿Qué contraseña es esa?" Un destello de confusión pasó por sus ojos claros, Inés acarició suavemente su barbilla, murmuró bajito."¿Qué pasa?" "¿Hay algún problema?" Viendo que Inés tardaba en responder, otro mensaje de Albo llegó."No, ya entendí." Sus ojos se movieron, Inés respondió rápido.Aunque respondió que entendía, en su corazón no planeaba usar esa tarjeta.Esta era la casa donde ella y Albo vivirían después de casados, cuando compraron la casa ella no puso dinero, para hacer la decoración, ¿cómo iba a usar el dinero de él? —pensó."Te voy a mandar un plano de diseño lo más pronto posible."—Sale.***En el Residencial AltinaEn el cuarto oscuro, en el piso helado, Héctor tenía el ceño fruncido, su pecho subía y bajaba con fuerza, toda

Viendo a la mujer triste, un destello de pena pasó por el corazón de Héctor.En este momento, de repente sintió que él era muy mala persona.Hoy era su cumpleaños, se puso a cocinar para cuidarlo, ¿cómo podía defraudar sus buenas intenciones? —pensó.—¡Glup!Con dificultad se tragó el arroz blanco que tenía en la boca, Héctor rápido se explicó:—Nubelia, el arroz blanco que hiciste está muy rico, me gusta mucho.—No te respondí directamente hace rato porque lo estaba saboreando con cuidado.—¿En serio? Sus ojos opacos se iluminaron de repente, Nubelia sonrió, con tono alegre: —¡Si te gusta tómate más, en la olla todavía hay!Ya sabía ella, es tan inteligente, ¡hacer de comer es pan comido! —pensó.—¡Guácala!Su estómago se revolvió, Héctor agarró fuerte la orilla de la mesa, se esforzó por empujar hacia abajo lo que ya había subido hasta su garganta, asintió forzadamente.—¡Sale!Bajó la cabeza, viendo el arroz blanco en el tazón, la comisura de su boca se contrajo, mecánicamente sacó