Valeria lo entendió con claridad. Tanta vuelta… y al final, Julieta no quería mover un dedo por Ximena.Era evidente: acababa de asumir el cargo, y usar a Ximena como ejemplo frente a todos había sido su primera jugada para imponerse. Mostrar autoridad, dejar claro que no era una “directora decorativa”. Si ahora daba marcha atrás, su imagen de firmeza se desmoronaría.Pero Valeria no se molestó. Se limitó a asentir con calma.—Entiendo que sea difícil para ti. Pero justo hoy escuché que el proyecto con NIX, aunque tú firmaste el acuerdo, en realidad se concretó usando mi propuesta. Si eso llega a saberse dentro de la empresa… podría generar ciertas dudas sobre tu capacidad, ¿no crees?—En cambio, si permites que Ximena regrese, todos pensarán que eres una directora generosa, que no guarda rencores. Y eso sí que es ganarse el respeto verdadero.Le estaba dando la excusa perfecta. Si aun así no lo aceptaba, ya no era falta de oportunidad, era pura torpeza.La expresión de Julieta se endu
Magbasa pa