—¿Crees que ella quiere divorciarse de ti solo por estas dos cosas?—¿Si no? —Santiago miró a Emilio, arrugando la frente—. Además, ahora también tenemos a Paz, no entiendo por qué insiste en divorciarse.Emilio abrió mucho los ojos.—¿Realmente piensas así?—¿Acaso parezco estar bromeando?Emilio suspiró resignado.No parecía broma, ¡incluso su seriedad le daba miedo!Emilio se pasó la mano por la cara.—Escúchame, ¿no existe la posibilidad de que en realidad ya te hayas enamorado de Valeria, pero tú mismo no te has dado cuenta?—Imposible.Santiago estaba muy seguro, hizo una pausa y agregó:—Solo pienso que, ya que durante esos cinco años de matrimonio secreto pudimos convivir como una familia cálida y armoniosa, ahora que también tenemos una hija, ¿por qué no se puede seguir así? Si es por Yolanda, lo acepto, pero también he hecho mi mejor esfuerzo para compensar.—¡No digas más! —Emilio se levantó—. Eres absolutamente aterrador, ya no tengo nada que aconsejarte. Como amigos, solo
Read more