Al oír esto, David se quedó aturdido por unos segundos, sumido en sus pensamientos.***Celia terminó de cenar con Enzo y Ben. Entonces, recordó algo y les preguntó:—¿Y cómo está mam… madrina?Enzo no esperó esa pregunta. Ben, a su lado, respondió:—Son sus viejos problemas. A veces se desmaya cuando se altera demasiado. Su salud está bien en general. Estará muy feliz si te ve.—Exacto. Ven con nosotros a verla. —Agregó el señor.Ella no los rechazó. De vuelta en la villa, Celiana, al oír el alboroto, bajó las escaleras. Como siempre, intentó complacerlos con dulzura fingida.—¡Papá! ¡Ben!No obstante, al ver esa figura esbelta aparecer desde detrás de Ben, ella palideció.—Tú… ¿tú…?Todas las miradas se posaron en su cara llena de sorpresa y horror. Celia parpadeó, confundida.—¿Yo qué?—Pues… es que… dicen que tuviste un accidente… pero parece que estás todo bien… —tartamudeó, sin notar la mirada de Ben, en ese momento.Celia sonrió con indiferencia.—O, ¿esperas que me pase algo?E
Read more