Cuando la luz del quirófano se encendió, Celia se dejó caer en un banco. Una enfermera le acercó un hisopo para que tratara el rasguño en su frente. Apenas Celia lo tomó, Marta llegó apresuradamente.—¡César!Al ver a Celia sola, le preguntó:—¿Dónde está él ahora?Celia se levantó lentamente.—Está… en cirugía.—¿En cirugía? —Marta se acercó y le agarró los hombros, interrogándola furiosamente—. ¡Salió contigo! ¿¡Por qué acabó en el quirófano!?Macarena, David y Rocío también llegaron, pero caminando sin prisa. Antes de que Celia pudiera responder, Rocío habló:—Tía Marta, Celia es simplemente una calamidad. Si no insistiera tanto en el divorcio, César no habría manejado en persona para llevarla al Registro Civil. Si no fuera por eso, ¿cómo habría ocurrido el accidente?David lanzó una mirada de advertencia a Rocío.—¡No digas tonterías!Luego, miró a Marta, quien estaba angustiada, y la consoló.—Marta, César ha tenido mucha suerte. Estoy seguro de que saldrá bien.Los ojos de Marta
Read more