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¡Sorteé a mi esposo y me salió un bombón!

¡Sorteé a mi esposo y me salió un bombón!

El día que cumplo veinte años, mis papás ponen ante mí las fotos de herederos de las grandes dinastías empresariales del país para que elija con quién formalizar una alianza. En mi vida anterior escogí sin dudar a Alonso Rivas, el heredero más brillante de la élite capitalina. Después del matrimonio supe que la mujer de sus sueños, Daniela Romero, se hundió en una espiral de dolor: una noche, borracha en un bar, fue agredida por unos sujetos; intentó quitarse la vida tres veces. Alonso decidió que yo era la raíz de todo, le regaló a Daniela los bienes de mi familia y vació a los Molina. Al final, incluso la dejó cortar los frenos, condenándonos a los tres a morir en un accidente brutal Esta vez, con los ojos cerrados, elegí al azar una foto. Dejé que el destino eligiera por mí. Al final, Alejandro de la Vega el destino lo trajo a mi lado, heredero de Guadalajara: austero, espiritual, con el corazón en paz. Pero cuando entré del brazo de Alejandro a nuestra fiesta de compromiso… Alonso enloqueció.
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Después de renacer, dejé de obsesionarme con mi esposo.

Después de renacer, dejé de obsesionarme con mi esposo.

Al renacer, decidí escribir el nombre de mi hermana en la solicitud de matrimonio. Esta vez, le concedí a Lucas Delgado su deseo. En esta vida, me adelanté: vestí a mi hermana con el traje de novia y le coloqué el anillo de compromiso. Yo misma orquesté cada encuentro entre ellos. Cuando él la llevó a Ciudad Esmeralda, sin dudarlo partí al sur para estudiar. Porque en mi vida pasada, incluso a los cincuenta años, Lucas y nuestro hijo seguían rogándome que me divorciara. Así que cumplí su último deseo: que estuviera con ella. Al volver a vivir, solo anhelé desplegar mis alas... libre de amor.
Short Story · Romance
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Mi Esposo Defendió a la Asesina de Mi Suegra

Mi Esposo Defendió a la Asesina de Mi Suegra

Mi suegra tuvo un accidente de tránsito y fue llevada al hospital. Llamé más de veinte veces a mi esposo, Samuel López, que era abogado, pero solo conseguí que me respondiera en la última. —¿Qué cuento te estás inventando ahora? Sandra está en problemas y tengo que ayudarla. Deja de hacer berrinches. Apenada por sus palabras, le informé de la situación de su mamá y le pedí que me transfiriera diez mil dólares para pagar los gastos médicos. No obstante, engañado por su primer amor, Sandra López, simplemente se redujo a botarme palabras impacientes: —El accidente de tráfico que sufrió tu mamá no tiene nada que ver conmigo. No trates de usar mi dinero para ayudar a tu familia y déjame en paz. Estoy muy ocupado ahora. Dicho esto, colgó la llamada sin esperar a mi respuesta. Entre tanto, habían anunciado el fallecimiento de su madre, tras un intento fallido de reanimación. Tres días después, volví a verlo en la audiencia: estaba defendiendo con entusiasmo a su primer amor, quien se encontraba en el banquillo por conducir ebria. Gracias a sus excelentes habilidades como abogado, Sandra fue declarada inocente, basándose en la falta de pruebas. Muy decepcionada, le propuse el divorcio al terminar la audiencia. Pero él se puso nervioso: —Mi mamá es tan buena contigo. Si te divorcias, ¡se va a poner muy triste! Le sonreí con indiferencia y luego le aventé contra la cara las facturas de los gastos médicos y el certificado de defunción. Qué estúpido era este tipo. Aún no sabía que su madre había fallecido.
Short Story · Romance
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La amante con VIH y el esposo que pagará caro

La amante con VIH y el esposo que pagará caro

La amante con VIH y el esposo que pagará caro. A Sabrina, el gran amor de Roberto, le diagnosticaron VIH en el hospital donde yo trabajaba. Faltando a mi ética médica, se lo conté a él. Pero Roberto pensó que lo estaba engañando. No solo me difamó, acusándome de la muerte de un paciente, lo que me llevó a la cárcel, sino que después también diluyó un abortivo en mi leche. Con ocho semanas de embarazo, sufrí una hemorragia masiva. Le supliqué ayuda, pero me apartó de una patada. —Por fin, dejarás de ser un impedimento para que Sabri y yo estemos juntos. Al abrir los ojos de nuevo, estaba de vuelta en el fatídico día en que a Sabrina le habían diagnosticado VIH. Y, esta vez, no solo guardé silencio, sino que además le pedí el divorcio a Roberto. Después de todo, él la amaba tanto… Tenía que dejarlos ser felices juntos.
Short Story · Romance
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Mi hijo rogaba por la ex de mi esposo como madre… Reencarné y lo eliminé sin dudar

Mi hijo rogaba por la ex de mi esposo como madre… Reencarné y lo eliminé sin dudar

Antes de la boda, descubrí que llevaba más de dos meses embarazada. Leobardo Ríos, algo ebrio, acarició mi vientre y bromeó a medias: —Verónica Vega, aún no estoy preparado para ser padre. ¿Y si no tenemos este bebé? Con el corazón en calma, respondí suavemente: —Está bien. En mi vida pasada, había insistido en quedarme con ese hijo. Pero, cuando Valeria Sánchez perdió el suyo por accidente y quedó con secuelas para volver a concebir, Leobardo me guardó rencor. Después de la boda, su actitud hacia mí fue completamente fría, mientras el hijo que había traído al mundo tras un parto difícil, que casi me costó la vida… lloraba, deseando que Valeria fuera su madre. Más tarde, cuando tuve un accidente de coche y me desangraba, padre e hijo pasaron junto a mí con total indiferencia, con tal de poder llegar a tiempo al parto de Valeria. Mientras yo moría desangrada, ellos celebraban con efusividad una nueva vida. Por eso, en esta nueva oportunidad, no volveré a perderme a mí misma ni tomaré el camino equivocado, por lo que, sin más, marqué el número del director, para anunciarle: —Estoy dispuesta a unirme a la expedición polar.
Short Story · Romance
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Tuve cinco hijos con el papá de mi exesposo

Tuve cinco hijos con el papá de mi exesposo

Nelson se tragó por accidente una nueva droga afrodisíaca y su situación era crítica. Como su médico de cabecera, no tuve más opción que convertirme en su salvavidas. Como soy naturalmente fértil, me quedé embarazada con esa vez. Me casé con él y tuvimos unos gemelos, un niño y una niña, sumamente inteligentes y traviesos. Pero, después de casarnos, Nelson no quería que los niños lo llamaran «papá» y pasaba todo el día abrazando una foto de su alma gemela, borracho. Al cumplir diez años de matrimonio, él prendió fuego la casa y nos mató a los niños y a mí en el sótano. Resulta que, durante todo ese tiempo, Nelson guardaba rencor por lo que había hecho al salvarlo. Él pensaba que lo había hecho solo para acercarme a los poderosos, que había sido esa intervención la que había roto su relación con su amor, y que eso había causado que ella perdiera la cabeza y muriera en un accidente. Cuando volví a abrir los ojos, me di cuenta de que había regresado al día en que Nelson se tragó la droga. Esta vez, decidí darle la oportunidad de salvar a su amor platónico, mientras yo me dirigía al estudio...
Short Story · Reencarnación
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Eternal Historian: Aisha's Otherworldly Journey

Eternal Historian: Aisha's Otherworldly Journey

Catish13
Namaku Aisha. Aku terlahir dengan tubuh lemah dan sakit-sakitan. Keluargaku mencampakkanku, membuatku merasa seperti mayat hidup. Hingga akhirnya, tepat di umur 17 tahun, aku meninggal dunia karena penyakitku. Aku tidak percaya dengan reinkarnasi. Tapi, siapa sangka, bahwa aku akan bereinkarnasi. Aku bereinkrnasi sebagai bayi pasangan petualang dan penyihir bernama Aisha. Aku pun memulai kehidupanku dengan semua ingatan masa laluku di dunia yang berbeda. Tanpa aku tahu, bahwa aku ditakdirkan untuk menjadi seorang Historian, seorang Pencatat Sejarah yang dihormati orang-orang di dunia ini dan terlibat dengan berbagai masalah, termasuk permusuhan antara Bangsa Manusia dan Bangsa Iblis. Sudah begitu, aku yang dulu sakit-sakitan dan lemah kini menjadi seorang penyihir terkuat yang disebut-sebut sebagai Penyihir Keabadian.
Fantasi
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El Precio de la Traición

El Precio de la Traición

Estaba a punto de dar a luz cuando Liana, la ex de mi esposo, llegó a nuestra casa con la excusa de que solo se quedaría unos días. Cada vez que me veía, se llevaba la mano al pecho, como si el solo hecho de verme embarazada la hiciera sufrir. Bruno, mi esposo, estaba convencido de que yo estaba provocándola a propósito, solo por tener la barriga enorme. —Lia no se siente bien, no puede tener hijos. ¡Y tú sigues paseándote así, como si nada! ¡Se nota que necesitas una lección para que aprendas! Dicho esto, mandó que me encerraran en el viejo ático que llevaba años sin usarse, y ordenó que nadie me subiera comida. Lloré y le rogué que me dejara salir. Le expliqué que la última ecografía mostraba que los gemelos eran enormes, que el doctor había dicho que debía ir al hospital de inmediato. Pero, para él, eso fue como si le contara un chiste sin gracia. —Todavía faltan tres días. No me vengas con cuentos —me respondió sin una sola gota de compasión—. ¡Ve al ático y ponte a pensar en lo que hiciste! ¡Pagarás por estar molestando a Lia! Las contracciones eran tan brutales que, arañando la madera podrida, acabé arrancándome las uñas. Gritaba tan fuerte que me dolía la garganta, pero nadie acudió en mi auxilio. La sangre me cubría el cuerpo y empapaba todo el suelo. Uno de los bebés ya había salido, pero el otro se quedó atrapado en mi vientre, atorado en un baño de sangre. Tres días después, Bruno estaba sentado, tomando sopa y, como si nada, dijo: —Que Michelle me sirva más sopa y le pida perdón a Lia. Si lo hace, la llevaremos al hospital para que tenga a los niños. Nadie dijo nada. Porque la sangre que bajaba desde el ático ya había llegado hasta el segundo escalón.
Short Story · Romance
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Sombras del Corazón

Sombras del Corazón

Después de que la ex de mi esposo me empujara, tuve complicaciones graves al dar a luz a nuestro segundo hijo y morí en la esquina de la escalera del hospital de los Hesselink. Antes de morir, mi hijo de seis años lloró sin parar, rogándole a su papá, Marc Hesselink, que me ayudara. La primera vez, él solo se burló: —Tu mamá se volvió más inteligente… ahora usa al niño para hacerse la víctima y engañar a todos. Después de eso, le soltó la mano a nuestro hijo y se fue como si nada. La segunda vez, nuestro hijo le dijo que no paraba de sangrar. Marc se fastidió: —Qué llorona. Solo es un aborto, no es para tanto. Siempre tan dramática. Luego sacó al niño de la habitación y le ordenó al médico que nadie se acercara a ayudarme. —Es culpa mía por mimarla tanto. Si no la dejo sufrir un poco, nunca va a aprender. La última vez, nuestro hijo se arrodilló frente a Angie Pavard y le rogó con desesperación. Marc estalló de furia y mandó a sus guardias a maltratar a nuestro hijo. Lleno de heridas, lo arrastraron fuera de la habitación, dejándolo ahí tirado para que se burlaran de él. —Si vuelves a molestar a Angie mientras se recupera, saco a tu mamá de la familia Hesselink y no la vas a ver nunca más. Aun así, nuestro hijo arrastró su cuerpecito de regreso hasta donde yo estaba, dejando una línea de sangre tras de sí. Esta vez, como él quería, tanto mi hijo como yo terminamos muertos. Y ya no vamos a volver a verte nunca... nunca más.
Short Story · Romance
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La Vaporera: Así Me Mató por Ella

La Vaporera: Así Me Mató por Ella

Cuando la exnovia de mi esposo sufrió quemaduras con agua hirviendo, él, para castigarme, me metió en una vaporera lo suficientemente grande para una persona y subió la temperatura al máximo. —¡Pagarás el daño que sufrió Luciana, multiplicado por mil! —sentenció. Atrapada en ese espacio estrecho, apenas podía respirar, mientras mi cuerpo ardía y yo le suplicaba entre lágrimas: —¡Por favor, voy a morir! Pero él, abrazando a su exnovia, se marchó sin mirar atrás. —Tranquila, no morirás. ¡Pero sí entenderás el sufrimiento de Luciana! Grité desesperada dentro de la vaporera mientras el agua hirviendo, debajo de la bandeja, me salpicaba la piel. Poco a poco, mi voz se fue apagando. Él se fue de viaje al extranjero con su exnovia, y, solo una semana después, al regresar al país, recordó mi existencia. —Esa maldita ya debe haber aprendido su lección. ¡Sáquenla de ahí! Lo que él no sabía era que en aquella vaporera, que había dejado calentarse cuando el agua se evaporó, mi cadáver ya estaba cubierto de gusanos.
Short Story · Romance
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