No Era tu Socia, Era tu Dueña
Durante cinco años, lo apoyé en silencio, ayudando a mi novio a pasar de ser un simple asistente legal a socio en Ponce & Beltrán Abogados.
En la ceremonia anual de premios del despacho, yo estaba emocionada, lista para celebrar con él y darle una sorpresa.
Pero entonces lo vi subir al escenario con una compañera. Estaban uno al lado del otro, con una cercanía que no dejaba lugar a dudas.
—Rodrigo está donde está, gracias a mí, gracias a que estuve detrás de él planeando cada paso.
Tania presumió, con una sonrisa victoriosa. Él sonrió y le dio la razón.
—Es cierto. Sin Tania, yo no estaría hoy aquí.
La sala estalló en una ovación y todos los presentes se apresuraron a felicitarlos. Yo, de pie entre la multitud, sentí que el suelo se abría bajo mis pies.
Salí del salón y le marqué a mi asistente.
—Retírale todo el apoyo de nuestros contactos a Rodrigo y cancela cualquier colaboración que tengamos. También vamos a dejar de usar influencias para apoyarlo en ese caso irregular que tomó. Que asuma las consecuencias solo.