Venganza en la Corte de Jade
La hermana gemela de Serafina Ruiz fue humillada y murió antes de su boda. Serafina, en una situación desesperada, se despide de su uniforme militar para reemplazar a su hermana en su boda, convirtiéndose en la nueva reina. El emperador del reino, un tirano, había perdido a quien más amaba, y todas las concubinas del harén eran sustitutas de ese primer amor, siendo una de ellas la favorita del emperador.
Serafina no se parecía en nada a la mujer que el emperador había amado y todos pensaban que él la despreciaría, que tarde o temprano perdería su posición como reina.
Y así fue, al segundo año del matrimonio, ambos decidieron separarse, pero la destituida no fue la reina, sino el emperador.
En esa noche, el tirano sujetó con fuerza el vestido de la reina y dijo:
—Si quieres irte, ¡será caminando sobre mi cadáver!
Las concubinas lloraron, desconsoladas, y le suplicaron:
—¡Mi señora!, no nos abandone, si tiene que irse, ¡llévenos con usted!