Y/n Attack On Titan

After a night of reckless indulgence, driven by the intoxicating allure of alcohol, her life began to unravel. She watched helplessly as everything she held dear - her lover, her family, her flourishing career - slipped away. Following her father's mysterious and untimely death, she transformed from a wealthy heiress into a humble rural dweller. Years later, returning to the bustling streets of New York with her two young children, she was determined to unearth the hidden truths of her past. Who was the enigmatic father of her children? What secrets surrounded her father's demise, and who was responsible for the downfall of their once-mighty family business? In her quest for justice, she confronted a world veiled in corporate conspiracies and personal vendettas. Yet, beneath the city's frenetic surface, a more profound darkness awaited. In the heart of this journey for truth and redemption, her two innocent children became her beacons of hope. Their laughter, innocence, and unwavering love provided her with the strength to face a world as unpredictable as it was unforgiving. Amidst the chaos of New York, her children were the anchors that kept her grounded in the face of adversity, offering the courage to confront a capricious world.

When journalist, Bella Sinclair, was invited to a friends birthday celebration in the local bar, she imagined there would be drinking, dancing, and letting her hair down. What she didn't imagine- being sexual assaulted.Biker Alex 'Axel' Warner wasn't happy. He was supposed to be back in his clubhouse for the weekly party held by the club. He was supposed to be drunk, with the clubwhores begging for his c***. Instead, he was serving alcohol to a bunch of drunken adults, some behaving like children. That is until he spots the beautiful redhead dancing with her friends. What will happen when the two meet?Will Axel be able to protect Bella?Will he be able to protect her from herself?

Buzz It had been 4 long years since Julia accused me of cheating and left me. It had been 4 years since I had been able to breathe properly. A lot had happened in the time since she left. I was now a member of a Motorcycle club. Now I’ve found her again, she is back in my life. And she has something to tell me. Julia It had been 4 years since Ryan cheated on me. Or so I was led to believe. It had been 4 years since I broke my own heart by leaving. My brother was hurt, involved in a shooting at the Motorcycle club he belongs to. The last person I expected to see was Ryan. After all this time, can I make him forgive me, and more importantly… can I convince him to give us a second chance?

The day I went to try on my wedding suit, a stranger stormed into the VIP fitting room and drove a knife into my gut. "Sleeping with my woman, and you dare wear a suit this expensive?" He ripped my shirt into ribbons with a wild grin and threw sulfuric acid straight at me. The knife was buried deep in my abdomen. Pain ripped through me as I collapsed. He yanked my hair, forcing my head up. "Susan Lefebvre is my wife. What the hell are you? Just some filthy side piece hiding in the shadows!" Blood dripped from my fingertips as the truth sank in. The fiancée I'd loved for seven years had been cheating on me all along. "What are you staring at?" He sneered. "Even if I kill you, no one can touch me. My wife runs this city!" Watching that arrogant face twist in triumph, I took out my phone with a trembling, blood-soaked hand and dialed my sister. "Allison," I said, my voice cold and calm. "Come pick me up at the bridal salon. And tell the Lefebvres that the engagement is off."

Kalandra, nama yang begitu sempurna untuk sosok laki-laki yang memiliki wajah super imut. Anak bungsu dari tiga bersaudara. Kisah cintanya tak seindah dalam drama Korea. Banyak hal yang harus Kalandra lalui, termasuk cita-cita menjadi seorang pemenang di hati semua orang. Namun, redup cahayanya seperti lentera, dia harus berjuang untuk melupakan masa Lalu yang hampir merenggut segalanya. Apakah Kalandra mampu menjalani semuanya?

ในอดีตเขาสร้างรอยแผลและความเจ็บปวดให้ฉันและไม่คิดจะหันมาเหลียวแลแต่ห้าปีผ่านไปเขากลับมาอยู่ตรงหน้าแล้วพูดว่า พี่โบว์...ผมรักพี่

Cuando sufrí un ataque agudo de apendicitis, mis padres, mi hermano y mi prometido estaban ocupados celebrando el cumpleaños de mi hermana menor. Llamé una y otra vez desde la puerta del quirófano, buscando que algún familiar firmara el consentimiento para mi operación, pero todos colgaron sin piedad. Mi prometido, Gabriel Gómez, me envió un mensaje después de rechazar mi llamada: "No hagas berrinche, Sofía. Hoy es la fiesta de mayoría de edad de Luna. Hablemos después del banquete." Apagué el celular y firmé el consentimiento quirúrgico con calma. Era la novena y noventa vez que renunciaban a mí por Luna Ramos. Así que esta vez, soy yo quien renuncia a ellos. Ya no me duele su favoritismo. Al contrario, comencé a obedecer cada una de sus peticiones, sin cuestionar nada. Todos creyeron que por fin me había vuelto sensata. Nadie imaginaba que en realidad, me estaba preparando para desaparecer para siempre.

Cada vez que mi esposo me era infiel, me regalaba un brazalete de esmeralda. En cuatro años de matrimonio, reuní noventa y nueve brazalete. Lo perdoné tantas veces. Esta vez se fue de viaje tres días. Al volver, me trajo una con esmeraldas AAAA, valuado en millones. Entonces lo supe: era hora de pedir el divorcio.

Mi hija Sofí era una pianista muy reconocida. El día de la final, alguien la encerró en el baño y, confundida, perdió la oportunidad de ganar el campeonato. Revisé las cámaras, descubrí a la culpable y me preparé para denunciar esa trampa. Pero mi esposo Andrés, me detuvo con firmeza. —Es solo una travesura de niños. Si insistes en denunciar a la hermana de Isabel, haré que Sofía ni siquiera obtenga el segundo premio. Temblé de rabia. ¡No podía creer que Andrés fuera capaz de humillar así a su propia hija solo por proteger a la hermana de su secretaria! En ese momento, Sofía me tomó de la mano, aguantando las lágrimas. —Mamá, ya no quiero el campeonato. Y tampoco quiero a papá. Apreté su mano con fuerza. —Está bien. Si tú no lo quieres a él, yo tampoco lo quiero.

Mi amiga, Sofía Santos, la misma que siempre juró que jamás se casaría, me acompañó a la clínica el día de mi inseminación artificial. Pero justo cuando estaba por elegir la muestra de esperma... ¡me la robó! En ese instante lo entendí: ella también había vuelto a vivir. En mi vida anterior, yo solo quería tener un hijo mestizo, así que decidí hacerlo por mi cuenta. Recuerdo que Sofía se burlaba de mí, diciéndome que era una tonta por querer tener un hijo de un desconocido. Lo que nadie imaginó fue lo que vino después: dos semanas más tarde terminé en la corte real. Resultó que el donante que había elegido era, nada menos, que un príncipe extranjero. No solo quiso casarse conmigo, sino que juró que nuestro hijo heredaría el trono. De repente, mi hijo y yo nos convertimos en figuras importantes de la familia real. Las joyas que me regalaban pesaban tanto que apenas podía sostenerme de pie. Mientras tanto, Sofía, tan obsesionada con sus ideas de liberación y ese afán de ir siempre contra todo, terminó metiéndose con la gente equivocada. La despidieron de su trabajo y quedó vetada de la industria. Cuando se enteró del bautizo de mi hijo, viajó desesperada para buscarme. Pero en cuanto la recibí, hizo lo impensable: empujó a mi hijo al suelo, matándolo al instante, y luego me arrojó ácido. —¿Por qué a ti te va tan bien? —gritaba—. ¡Eres una maldita desgraciada, no lo mereces! Cuando volví a abrir los ojos, estaba otra vez en el mismo día... el día en que Sofía me acompañó a la clínica.