Ya Horror Books

Regresé a ese momento de mi vida en que mi tío político —con quien no tengo lazos de sangre— había sido drogado con esa droga afrodisíaca. Pero esta vez, no me convertí en su “antídoto”. En lugar de eso, marqué el número de la mujer que él realmente amaba. En mi vida anterior, me enamoré perdidamente de él. Cuando supe que había sido drogado, ignoré su súplica de llamar a su gran amor… y fui yo quien calmó su deseo. Un mes después, quedé accidentalmente embarazada. Por lo que él se vio obligado a casarse conmigo, pero el día de la ceremonia de nuestra boda, su amada —que había viajado al extranjero para olvidar su dolor— fue secuestrada y asesinada. Antes de morir, le hizo ciento noventa y nueve llamadas pidiendo ayuda. Él, que estaba ocupado cumpliendo con la boda, no contestó ninguna. Después… solo se quedó mirando aquellas llamadas perdidas, sin decir una palabra. Hasta que, el día que tenía que dar a luz, me encerró en el sótano. Le rogué que me llevara al hospital. Pero él solo sonrió, con esa frialdad que jamás olvidaré, mientras me veía morir lentamente, sin poder traer al mundo a nuestro hijo. Sus últimas palabras antes de que cerrara los ojos y muriera fueron: —Si no hubieras quedado embarazada, nunca me habrían obligado a casarme contigo. Si no fuera por ti, habría contestado las llamadas de Luz y, ella no habría terminado así. Tú… mereces morir. Y entonces, volví a abrir los ojos. Era ese mismo día, el día en que él había sido drogado con ese medicamento afrodisíaco.

En el mercado negro, mi padre escogió para mi hermana mayor y para mí a dos gemelos como guardaespaldas. Mi hermana, sin pensarlo, se quedó con el hermano alto y corpulento, dejándome al “mudo”, que apenas seguía con vida. Me dio lástima y lo mantuve a mi lado. Como no hablaba, lo llevaba de un lugar a otro buscando médicos y remedios. Como tenía una severa misofobia, yo siempre mantenía cierta distancia entre nosotros. Creía que había sufrido algún trauma y por eso era así. Hasta que los enemigos de mi padre nos secuestraron a mi hermana y a mí. Él me dejó atrás, eligiendo sin titubear morir para recibir la bala por mi hermana. Antes de morir, habló por primera vez; con los ojos enrojecidos le dijo a mi hermana: —Por fin puedes verme. Y a mí, en cambio, me dijo: —En la próxima vida, te lo ruego, no me elijas. Entonces entendí que no era mudo ni tenía misofobia. Lo de “mudo” y “misofobia” era solo hacia mí. Al abrir los ojos de nuevo, había vuelto al día en que elegíamos guardaespaldas. Esta vez, cumplí su deseo.

Lena thought she escaped the nightmare of her car accident, but Cassian has other plans. He stalks her every move, appearing in the mirrors, his whispers consuming her mind. The lines between fear and desire blur as his touch ignites something dark and uncontrollable inside her. He’s not just haunting her—he’s claiming her. Every encounter draws her deeper into his twisted world, where pleasure and pain collide. The question isn’t if she can escape, but if she even wants to. As the boundaries of her body and soul erode, Lena finds herself unable to resist his overwhelming pull.

Petunia, a 19-year-old girl from a rural village in Limpopo province, moves to the big city of Johannesburg to study. She then falls head over heels for the popular guy on campus. Unfortunately, life in the big city is not as good as she thought. Will she be consumed by the glitz, the Glamour, and the dark side of the golden city?

Dionysus Rising - The biggest rock band in the world right now cordially invite you to take a sneaky look at their lives both off and on the stage. The highs and the lows, the heart break and the mind blowing passion… it’s all within these pages as Jax , Dion and Louis tell you their stories ️

He is my only chance at freedom. She is the daughter of my enemy. Will their love survive? Zain As the Sultan of one of the most powerful countries in the Middle-East, I need to find my Sultana. But I don’t intend to have heirs or even get married. Until I stumbled into Nasrin Elbaz. I cannot resist her. So I will claim her as mine. My Sultana. My Wife. My Lover. I, Sultan Zain Al Latif, will propose to Princess Nasrin for a marriage. If she rejects me… Well, I have been told I can be quite persuasive and demanding when I want to be. Nasrin He is a Sultan and I am the Princess of the country he is nemesis with. I don’t belong in his wealthy country that bleeds gold and his Palace. I am trying to hold on to what little freedom I have. No way can I fall for some dirty talking or his obsidian eyes curling with hunger whenever he sees me. Even if my body craves his tender touch and his sinful mouth. I have to get my freedom and find a way to escape the proposals of marriage. Without his help, thank you very much. “I am asking you to marry me.” “Are you asking or ordering, Sultan?” “I am asking, Princess.” I smiled at her. “For now.”

Renací. Volví a los 18 años, justo antes del examen de admisión a la universidad. Era el año en el que Diego Alonso más me amaba, y también el último. Porque ya había conocido a su verdadero amor, Valeria Reyes, la mujer por la que se enamoraría de verdad. Por ella, fue capaz de todo, al punto de que me pidió ser su novia, solo para distraerme de mis estudios. Así que en lugar de la universidad de élite en la que hubiera podido entrar, terminé en una simplemente ordinaria. Hasta fingió un accidente para retenerme y que me perdiera el concurso; todo para que Valeria ganara esa medalla de oro. En otra ocasión, cuando Valeria perdió mucha sangre, él me manipuló para que donara una cantidad excesiva. Esto arruinó mi salud para siempre, dejándome con dificultades para quedar embarazada. Al final, Diego se vio forzado a casarse conmigo, pero pasaba los días sumido en la depresión, obsesionado con las fotos de su amor. El día que supo que Valeria se casaba, me abandonó sin piedad y se quitó la vida por amor. En esta vida, por fin estoy despierta. No volveré a amarlo. Solo quiero ser egoísta, y amar únicamente a mí misma. Entonces cuando Diego me preguntó con arrogancia: —Renata, ¿quieres ser mi novia? Yo, tranquilamente, negué con la cabeza. —No.

In the quiet of the forest, the darkest fears are born. The people of Dunballan, harbour a dark secret. A secret more terrible than the Beast that stalks the dense forests of Dunballan. A secret that holds David McCavendish, last in a long line of Lairds, in its unbreakable grip. It’s down to Sally, David’s lover, to free David from the sinister clutches of the Beast. But, with the whole town against her, she must ally herself with an ancient woodland force and trace Dunballan’s secret back to its bitter origins. Those origins lie within the McCavendish family history, and a blasphemous heresy that stretches back to the beginning of time. Some truths are too terrible to face, and the darkest of these lie waiting for Sally, in the Quiet Places. ©️ Crystal Lake Publishing

I’m the heroine in an erotic story. My specialty? Turning anything hot or cold into something steamy. On the first day I landed in a horror game, the boss told everyone to choose how they wanted to die. I smiled and said, “I’ll take shortness of breath, trembling legs, glazed eyes, and… pleasure so intense I die from it.” Boss: “???”

Our entire class gets dragged into The Tyrant's Atonement game. The only way to escape alive is to reach a 100% atonement score. The system lets us choose our roles. The class belle, Isolde Adler, picks the tyrant's first love. Her atonement score shoots straight to 99% on the first day. The class president, Asher Brooks, chooses to be a loyal chancellor. His atonement score jumps to 80%. Spectators watching the game flood the screen with comments. "This new batch is smart and way better at picking roles than the last. They might just clear the game in three days." "Even if just one person hits 100%, the whole class goes free. I'm looking forward to seeing who finishes first." "My money's on the first love. She's already at 99%." Just as everyone starts celebrating, the next morning hits us with bad news. All 20 classmates who picked their roles are dead, and Isolde suffers the cruelest fate of all.