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Capítulo 11

作者: Bendición de Nube
En ese mismo instante, la puerta del dormitorio se abrió. Luis entró con una palangana con agua caliente para que ella se remojara los pies. La colocó a sus pies, con una preocupación evidente en el rostro.

—Elenita, tu regla lleva una semana. ¿Será que has cogido frío y se te ha desajustado? Conseguí algunas hierbas medicinales de un especialista para una infusión para los pies. El médico dijo que eran muy efectivas —dijo Luis, arrodillándose frente a ella, tomando sus tobillos delgados y colocando sus pies en la palangana, lavándoselos personalmente.

Este lado suyo contrastaba enormemente con la imagen del Señor Martínez, ese líder lleno de autoridad y decisión en la corporación. Cualquier extraño que los viera, sin duda sentiría envidia.

Sin embargo, a Elena se le llenaron los ojos de lágrimas. Apretaba el móvil con los dedos tensos, como si al soltarlo se desmoronara todo lo que quedaba de ella, mientras mirando las hirientes palabras en la pantalla:

“Señorita Elena, ¿y qué si me
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    Elena sintió que la sangre le subía por todo el cuerpo, un frío que le helaba el alma, pero aún así forzó una sonrisa amarga y dijo:—¿Ah, sí? ¿Y quién es el papá de ese niño? Un día de estos tráelo para conocerlo…Laura sonrió como si nada y dijo:—Encantada, se lo comento. La verdad, se parece bastante al señor Martínez: atento, cariñoso. Él me cuida, igual que a mi familia. Deja el trabajo para acompañarme en mi cumpleaños. Y hasta me prepara regalos con un año de anticipación.Cada palabra era un cuchillo que le desgarraba el pecho, una tras otra, dejando el corazón de Elena hecho pedazos. Ella sonrió amarga, los ojos abiertos de par en par, solo para que las lágrimas no se le escaparan en la cara.—¿De veras…? —murmuró Elena, perdida.—Claro que sí —contestó Laura, brillando de felicidad.La cara de Luis se endureció. Agarró la mano de Elena con fuerza, le lanzó a Laura una mirada helada, la voz tan fría que cargada de advertencia, como si cada palabra cortara el aire:—Me temo qu

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