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Capítulo 9

Penulis: Pececillo Jinete
Doña López al principio no había entendido nada, fue después cuando comprendió lo que la señora Campos y la señorita Campos querían decir, y ahora aprovechaba para darle a Elena un motivo “razonable” con el que explicar que la estaba difamando.

Y, como era de esperarse, en cuanto dijo eso, Samuel al oír que de verdad había algo previo miró a Elena con unos ojos llenos de repulsión.

—Eres demasiado rencorosa, Doña López ni siquiera te ha hecho nada, ¿era para tanto? Apenas es tu primer día de regreso y ya empiezas con problemas, de verdad que eres…

Las palabras alborotadora de la casa no alcanzaron a salir porque una voz fría, sin apuro pero cargada de autoridad, lo interrumpió de golpe:

—Samuel.

Con solo pronunciar su nombre bastó para que callara. Cuando miró a su primo Martín notó que la sonrisa en su rostro se había borrado y enseguida se encogió, tragándose lo que iba a decir, aun así, en sus ojos la hostilidad hacia Elena seguía intacta.

Con Samuel defendiéndola, Doña López recupe
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    —Ja. —Martín soltó una breve risa, divertido por la réplica de Elena.El rostro de Jan, en cambio, se ensombreció:—¡Eso es hacer trampa! ¡Imposible!Elena lo miró con calma:—¿No era esa tu lógica? Yo solo usé tu lógica para ponerte una condición. ¿Qué tiene de malo?—¿Cómo vas a comparar las piezas del Museo del Louvre con un simple cuarto? —Jan estaba tan molesto que casi se reía de la rabia.Samuel no pudo evitar meterse:—Elena, ¿cómo puedes ser tan tacaña? Es solo un cuarto, ni siquiera te van a dejar sin lugar, ¿en serio tanto drama?Elena sonrió sin decir nada.Sí, había muchas habitaciones, pero justo querían la suya.Entonces habló Leo García, de la tercera rama de la familia:—Jan tiene razón. Ese cuarto de estilo princesa es para una niña, ni siquiera te gusta tanto. ¿Por qué insistir? Si tanto problema hay, yo te cedo mi cuarto y ese se lo damos a Alicia, y se acabó. Por un cuarto llevan peleando desde ayer, y al final lo único que hacen es dar vergüenza.Samuel bufó:—Pu

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