Gracias a los recuerdos de mi vida pasada, aproveché con precisión el auge de los dramas cortos. Al poseer los derechos de varias series exitosas, obtuve ganancias astronómicas.Valentina vino a rogarme que le diera una oportunidad. Por respeto al señor Víctor, le asigné un papel secundario.Lamentablemente, era un guión donde la villana sufría bofetadas consecutivas de varios personajes.Cuando el señor Víctor trajo a Valentina con el rostro hinchado para "agradecerme", contuve todas mis fuerzas para no reír.Al tener múltiples obras exitosas, recibí una nominación como Mejor Productora.La noche de la premiación, apenas bajé de mi Lincoln alargado, una figura familiar apareció junto a la alfombra roja.—Camila, cuánto tiempo.Santiago sonreía servil mientras levantaba el dobladillo de mi vestido con gesto humilde.Al observarlo de reojo, vi cómo la vida después de la bancarrota había consumido al otrora elegante heredero de los Fernández.Su antes imponente figura ahora most
El día de mi regreso al país, mis padres organizaron un gran banquete de bienvenida.Estos años en el extranjero expandiendo los mercados para la familia Campos, las ventas internacionales de nuestros productos se habían multiplicado.Mis padres, ya semi-retirados, ahora me presentaban formalmente como la sucesora de los Campos ante los círculos sociales.Al difundirse la noticia, la élite de Ciudad Alba acudió en masa, ansiosa por congraciarse con la nueva "mina de oro".Después de varios años sin vernos, mis padres, debido a que tenían menos presión laboral y además viajaban, sorprendentemente parecían varios años más jóvenes que hace unos años.Cuando los abracé, la sensación cálida de sus cuerpos se transmitió, y casi dejé caer lágrimas.Recordar su trágico final en mi vida anterior me estrujó el corazón.Un mesero intentó acercarse, pero alguien lo empujó bruscamente.Valentina, vestida con un traje barato y sosteniendo una copa, se plantó frente a mí:—¡Bienvenida a casa,
La vida en el extranjero era sencilla y plena.El único inconveniente quizás era el exceso de tranquilidad.En mis momentos de nostalgia, a veces abría plataformas de transmisiones en vivo.Ese día, inesperadamente, me encontré con una figura familiar.—¡Amigos, no se pierdan esta oferta! ¡Envío gratis por solo 9.9!¡Era Valentina haciendo transmisiones de ventas!Recordé que desde que se unió a Santiago, había adoptado un estilo de vida de élite.Sus transmisiones usualmente mostraban su lujoso estilo de vida, rara vez promocionando productos.Pero ahora no solo estaba vendiendo nuevamente, ¡sino que Santiago estaba sentado a su lado!El título de la transmisión decía: "Primera transmisión del joven magnate", atrayendo a muchas jóvenes curiosas.Después de todo, Santiago aún tenía cierta reputación en Ciudad Alba.Sin embargo, ni los filtros más gruesos podían ocultar su aspecto demacrado.Frente a la cámara, se veía claramente incómodo.Valentina lo empujaba con el codo
Mi voz sonó serena como un lago en calma:—Santiago, si no necesitas a los Campos, ¿por qué te cuelas en nuestra reunión privada?El evento era estrictamente por invitación, y él no figuraba en la lista.Había logrado entrar porque Valentina le dijo a los guardias que era "el yerno de los Campos".Al ser expuesto, Santiago estalló de furia.Pero no tenía intención de detenerme, añadí con desprecio:—Ah, y Valentina, no olvides devolver ese vestido alquilado que llevas puesto.Valentina abrió los ojos como platos:—¡Pero si dijiste que era un regalo para mí!Yo era cliente VIP exclusiva de Chanel. La vendedora, al conocer mi relación con Santiago, corrió a informarme cuando él alquiló el vestido de alta costura de temporada:—Señorita Campos, el señor Fernández pidió alquilarlo ese modelo que le gustaba.Por política, las piezas de temporada no se alquilan, pero hicieron una excepción por mí.Confundida pero sin atreverse a preguntar directamente, la vendedora vino a confirmar
Le arrebaté violentamente el informe de ultrasonido de sus manos, lo destrocé con fuerza y esparcí los pedazos en el aire.Entre la lluvia de papel picado, los ojos de Santiago se abrieron con incredulidad.Conteniendo su furia a duras penas, dijo:—Ahora entiendo tu seguridad. Tenías un as bajo la manga.¡Qué ridículo! Él nunca había enfrentado verdaderas batallas comerciales. En mi vida anterior, cuando sus negocios prosperaron, creyó que era solo por su mérito. Ahora que me iba, era hora de que sintiera el verdadero rigor de la realidad.Soltó una risa burlona:—Camila, olvida tus sucias intenciones de forzar un matrimonio con un embarazo. Si te portas bien, tal vez considere dejarte tener al niño...Antes de que terminara, le abofeteé con el revés de mi mano.—Santiago, ¿realmente te crees tan importante?—No te preocupes, gracias a ti, ¡el bebé desapareció el mismo día que te vi en el hospital!El fuego en sus ojos se apagó instantáneamente. Con voz ronca preguntó:—¿Desapar
A quién se refería con esos comentarios indirectos, lo sabía mejor que nadie.Apenas terminó el programa de televisión, los amigos de la infancia de Santiago actualizaron sus redes sociales: "¡Santiago y Valentina son tan compatibles! ¡Por fin se libró de esa lameculos!"Después del compromiso matrimonial con mi familia, mis padres habían volcado todos sus recursos para apoyarlo.Al ver el ascenso de los Fernández, sus amigos de la infancia comenzaron a adularlo, inflando su ego hasta las nubes.De repente sonó mi celular. Era la administración del edificio:—Señorita Camila, hay una influencer que dice querer usar su departamento para una sesión de fotos...Antes, mis padres habían comprado un gran departamento en el centro como futura vivienda matrimonial, y yo le había dado una llave a Santiago.—Échenla fuera.Antes de que colgara, escuché gritos al otro lado de la línea:—¡Este es el departamento de mi novio! ¡No tienen derecho a impedirme la entrada! ¡Ya verán!No pasó mu