All Chapters of Términos de Rendición: Chapter 111 - Chapter 120

—Escuché que usted se instaló en la casa de los Rivas menos de un mes después de que murió la esposa de Arturo. Si alguien sabe de tretas, seguro es usted. Con razón su hija no tuvo problema en meterse con el prometido de su hermana. Se ve que lo aprendió en casa.Una sonrisa gentil se dibujó en los labios de Damián, pero sus palabras eran letales.Valeria no pudo contener una risa. No era la primera vez que comprobaba la lengua afilada de ese tipo, y tenía que admitir que esa parte de él le gustaba.La expresión de Regina se contrajo por la rabia, pero no se atrevía a enfrentarse a Damián, así que apuntó su furia contra Valeria.—Ah, pero qué lista. En cuanto tu padre despierte, le voy a contar todo para que te ponga en tu lugar.Valeria se cubrió la boca con la mano, con una sonrisa que mezclaba picardía y elegancia.—En lugar de preocuparte por mí, mejor deberías educar a Camila. A ver si ella sí logra casarse con un Garza. Imagínate qué pena que termine embarazada y sin boda, manch

Se desabotonó la camisa hasta dejar al descubierto la base de su cuello y se aflojó un poco la corbata. Mirándola, le dijo:—O si prefieres, pon tú las condiciones.Hablaba con calma, pero sus manos no se detuvieron ni un segundo.Valeria se lamentó en silencio.«Nadie me dijo que Damián tuviera tanta energía».En realidad, era un hombre perfecto en todos los sentidos, salvo por un detalle: no tenía corazón. Aunque su historial de romances era bien conocido, ninguna de sus acompañantes parecía durar más de dos meses. En una situación así, no pensaba arriesgarse más. Ese tipo de relaciones siempre terminaban igual, y con un hombre como él, una probada era más que suficiente. Involucrarse más solo significaría salir lastimada.Hizo una pausa antes de decir en voz baja:—¿No te ibas a comprometer?—No pienso ser la amante de nadie.Lo apartó con suavidad, pero al levantar la vista, se encontró con la mirada dura de Damián. Se quedó petrificada. Solo entonces recordó que Jimena acababa de

El descaro de Patricio era tan absurdo que a Valeria casi se le escapó una risa de pura rabia.—¿Podrías dejar de hablar del pasado? ¿Sabes lo que siento ahora por haber salido contigo? —lo miró con una sonrisa burlona.La comisura del labio de Patricio tembló levemente, pero no dijo nada.—Siento como si tuviera antecedentes penales. Me da vergüenza hasta decirlo.Su tono era pausado y deliberado, lo que enfureció a Patricio aún más.Valeria se soltó de su agarre con un tirón y apretó el botón para cerrar las puertas del elevador.—Mejor cuida bien a Camila. Al final, son tal para cual: un patán y una puta.Ella no era de las que ponían la otra mejilla, si le hacían algo, lo devolvía. Patricio y Camila habían arrastrado su dignidad por el lodo, así que no pensaba mostrarles ninguna amabilidad.—¡No te pases! ¿¡Qué es lo que quieres!?Patricio detuvo las puertas del elevador justo antes de que se cerraran y se metió a la fuerza.El espacio era reducido. Como si hubiera perdido la razón

Apenas lo preguntó, se arrepintió.Era una plática de lo más forzada.Ya lo sabía, este no era un fraccionamiento de lujo. Lo más seguro es que la única persona que Damián conocía por aquí era ella.Se puso de pie.—Mejor voy a secarme el pelo.Cuando salió un rato después, ya arreglada y con otra ropa, él volvió a girar la cabeza para verla.Para ocultar la herida, se había puesto un traje sastre: una blusa de seda por dentro y un saco tipo capa por fuera.Con una falda a juego, el conjunto la hacía ver mucho más sofisticada de lo normal.Damián arqueó una ceja.—¿Y el botiquín?Valeria fue hasta la mesita de centro, sacó una pequeña caja de abajo y la abrió. Dentro había algunas cosas básicas para curar heridas o para el resfriado.Acababa de sacar un espejito, con la intención de aplicarse la pomada ella misma y terminar con eso.Pero de la nada, sintió un tirón en el brazo que la hizo sentarse en el sofá.Damián se inclinó, buscó un frasco en el botiquín, tomó unos hisopos y, levan

Valeria había estado tan ocupada los últimos días que no había tenido tiempo de prestar atención a los chismes. Si no fuera porque Beatriz le mostró la noticia, ni siquiera se habría dado cuenta de que su situación con Patricio se había vuelto tendencia en redes.El titular era bastante llamativo: [Triángulo amoroso en la alta sociedad: ¿quién se quedará con todo?] Lo ojeó por encima. La historia general era más o menos correcta, aunque los detalles no cuadraban del todo. Básicamente, se pintaba a Patricio como el infiel que engañaba a su prometida con la hermanastra de esta.La mayoría de los comentarios lo destrozaban, llamándolo un patán y un desgraciado, mientras que a Camila la tachaban de descarada por meterse con el prometido de su hermana. Alguien incluso se había dado a la tarea de investigar a Camila, sacando a la luz todo el pasado que ella tanto se esforzaba por ocultar, dejándolo expuesto para que todos lo vieran.No tenía que imaginar mucho para saber que debía de estar e