Lauro era astuto como un zorro, naturalmente sabía a quién se refería Damián. Inmediatamente sonrió: —Está aquí, está aquí.Terminando de hablar se volteó para salir, poco después entró arrastrando a una mujer. La mujer estaba completamente sucia y desordenada, el muslo que Damián le había disparado anoche ni siquiera estaba vendado. Se veía bastante aterrador.Camila ya estaba muy asustada, probablemente había llorado mucho, el maquillaje de su cara estaba completamente corrido. Se veía sucia, como una mendiga recogida de la calle.En cuanto entró, inmediatamente suplicó perdón: —Señor Figueroa, señor Figueroa, por favor perdóneme, nunca más me atreveré. Por favor perdóneme.Damián encontró molesto el ruido y frunció el ceño. Lauro inmediatamente entendió e hizo que alguien tapara la boca de Camila.Lauro le sonrió servilmente a Damián: —Señor Figueroa, en este asunto yo también fui engañado por esta mujer.Mientras hablaba incluso se acercó para patear a Camila, sin nada del cariño q
Leer más