Mejor actuar como si hoy no hubiera recibido la tarjeta de presentación.—¿Qué pasa?Al escuchar la pregunta de Alonso, Marisol se apresuró a secarse las lágrimas con la mano, sonriendo forzadamente:—Nada, es que estoy muy feliz, ¿entiendes? Llorar de alegría.Bajo la luz, los ojos de la mujer bañados en lágrimas estaban llenos de tristeza fragmentada.Alonso frunció el ceño, después de un momento de silencio, eligió respetarla y no lo mencionó.Por un momento, sintió un sabor indescriptible en el corazón.No se quedó mucho tiempo, después de estar un rato en la habitación se fue.Al entrar al estudio, Alonso marcó casualmente a Javier:—Aumenta el dinero, mientras la otra parte acepte el tratamiento, sin importar el precio, acepto.Javier se quedó callado un momento:—¿Realmente vale la pena que hagas tanto por ella?—Vale la pena.Alonso no dudó ni un momento.Justo en ese instante, estaba dispuesto a darlo todo, solo para que esos ojos tuvieran únicamente sonrisas de ahí en adelant
Baca selengkapnya