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Capítulo 29
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Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó Capítulo 30
Viendo a la mujer triste, un destello de pena pasó por el corazón de Héctor.En este momento, de repente sintió que él era muy mala persona.Hoy era su cumpleaños, se puso a cocinar para cuidarlo, ¿cómo podía defraudar sus buenas intenciones? —pensó.—¡Glup!Con dificultad se tragó el arroz blanco que tenía en la boca, Héctor rápido se explicó:—Nubelia, el arroz blanco que hiciste está muy rico, me gusta mucho.—No te respondí directamente hace rato porque lo estaba saboreando con cuidado.—¿En serio? Sus ojos opacos se iluminaron de repente, Nubelia sonrió, con tono alegre: —¡Si te gusta tómate más, en la olla todavía hay!Ya sabía ella, es tan inteligente, ¡hacer de comer es pan comido! —pensó.—¡Guácala!Su estómago se revolvió, Héctor agarró fuerte la orilla de la mesa, se esforzó por empujar hacia abajo lo que ya había subido hasta su garganta, asintió forzadamente.—¡Sale!Bajó la cabeza, viendo el arroz blanco en el tazón, la comisura de su boca se contrajo, mecánicamente sacó
Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó Capítulo 29
Sus ojos negros se entrecerraron, viendo la silueta de la mujer meterse en la cocina, Héctor levantó el vaso, bajó la cabeza y tomó un sorbo.—Mmm...Su lengua se quemó tanto que le dolió, hizo muecas, aspiró aire frío, su estómago se contrajo.Con cara seria puso el vaso en la mesita, el hombre bajó la mirada, viendo las botellas de alcohol tiradas en el suelo, la irritación en su corazón subía en oleadas, levantó de golpe el pie derecho, pateó con fuerza una lata aplastada hacia el rincón.—Clang—El sonido claro explotó de repente en el cuarto silencioso.En la cocina, Nubelia al escuchar el ruido se asustó tanto que tembló, por reflejo tiró la cuchara que tenía en la mano, rápido se abrazó la cabeza.Esos recuerdos como pesadillas, en este momento, de repente aparecieron en su mente.Esas heridas que ya habían sanado, parecía que otra vez empezaron a doler.En la estufa, el arroz blanco que acababa de hervir se derramó por los bordes de la tapa bien cerrada de la olla de barro, el
Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó Capítulo 28
Sus labios delgados se apretaron ligeramente, bajó la cabeza, sus dedos tocaron rápido el teclado."¿Puedo decorarla como sea?""Por supuesto, como te guste.""En el gabinete de la entrada hay una tarjeta, la contraseña es 200202.""¿200202?" "¿Qué contraseña es esa?" Un destello de confusión pasó por sus ojos claros, Inés acarició suavemente su barbilla, murmuró bajito."¿Qué pasa?" "¿Hay algún problema?" Viendo que Inés tardaba en responder, otro mensaje de Albo llegó."No, ya entendí." Sus ojos se movieron, Inés respondió rápido.Aunque respondió que entendía, en su corazón no planeaba usar esa tarjeta.Esta era la casa donde ella y Albo vivirían después de casados, cuando compraron la casa ella no puso dinero, para hacer la decoración, ¿cómo iba a usar el dinero de él? —pensó."Te voy a mandar un plano de diseño lo más pronto posible."—Sale.***En el Residencial AltinaEn el cuarto oscuro, en el piso helado, Héctor tenía el ceño fruncido, su pecho subía y bajaba con fuerza, toda
Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó Capítulo 27
¡Grande, muy grande!¡Frío, muy frío!A la vista, una sala gigantesca.Pero por todos lados estaba completamente vacío, ni siquiera tenía sillones.El estilo general de la casa era de tonos grises y negros, vacía y fría.Era básicamente una casa con acabados pero sin amueblar.Sus labios delgados se tensaron, Inés se quedó parada ahí pasmada, de verdad sin saber qué decir.—Te sorprende, ¿verdad, cuñada? Ayer cuando vine y lo vi, yo también me quedé súper sorprendido.Viendo a Inés parada ahí, sin ganas de dar ni un paso adelante, Rocío rápido habló.—Pero en realidad, esto lo diseñó a propósito mi hermano.—¿Eh?Sus hermosas cejas se fruncieron un poquito, Inés volteó la cara hacia él, completamente confundida.—Mi hermano dijo que la decoración de esta casa en realidad era para esperarte a ti, cuñada.—No estaba seguro de qué estilo te gusta, así que solo puso lo básico de la estructura, los detalles específicos necesitan que tú los decidas, cuñada.—En realidad, pensándolo bien, mi
Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó Capítulo 26
Solo quería una casa que le gustara, ¿cómo eso la hacía presumida? —pensó.—Cuñada, ¿hueles esa fragancia en el aire?Rocío jalaba la maleta caminando adelante, se volteó y le preguntó sonriendo de oreja a oreja.—¿Eh?Sus hermosas cejas se alzaron un poquito, hasta entonces Inés se dio cuenta de la suave fragancia flotando en el aire.—¿Esto es... osmanto?Un destello de sorpresa pasó por sus ojos negros como tinta, Inés entreabrió los labios, respiró profundo: —¡Sí, es osmanto!Esta vez, estaba completamente segura.Desde chiquita, en el patio donde vivía había un árbol de osmanto, cada otoño, la suave fragancia flotaba por todo el patio.Su mamá, cada año hacía mermelada de osmanto y pasteles de osmanto con las flores doradas del árbol.También preparaba a propósito vino de osmanto para su papá, para beber en el Festival de Medio Otoño.Pero desde que murió su mamá, nunca había vuelto a comer esas cosas...Sus ojos húmedos se enrojecieron un poquito, oliendo la conocida fragancia de
Su Obsesión Me Liberó, Mi Boda Lo Destruyó Capítulo 25
En el complejo de villas de Visuán.Inés se bajó del taxi y vio a Rocío vestida con un traje rosa y corbata verde, sonriendo de oreja a oreja mientras corría hacia ella.—Cuñada, ya te había dicho que iba a recogerte, ¿por qué insististe en venir en taxi?Sus largas pestañas se inclinaron un poquito, un destello de vergüenza pasó por sus ojos negros como tinta. Recordando la vez pasada cuando casi vomitó en el carro, su estómago se le contrajo sin control.Forzó una sonrisa, rápido le pagó al conductor, luego se volteó a sacar su maleta de la cajuela.—¿No pensé que tu brazo aún no se recuperaba por completo?—De todas formas no tenía mucho que empacar, así que vine en taxi.—¡Buaaa... cuñada, eres demasiado buena! Pero no te preocupes, aunque solo tenga una mano, puedo ayudarte con la maleta. Viendo que Inés se preocupaba tanto por él, los ojos de Rocío, que brillaban como los de un galán, se llenaron de emoción.Luego luego le arrebató la maleta de las manos a Inés, la levantó con la
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