All Chapters of Señor Rodríguez, la señora declara que ya no dará marcha atrás: Chapter 151 - Chapter 160

¿Cómo había conseguido Santiago encontrarla?Pero eso no parecía ser lo importante. Levantó la cabeza y lo miró.—Bueno, ¿cuál es la segunda condición?Santiago la miró con ojos sombríos.Valeria mantuvo su expresión, estaba completamente serena.Santiago se dio vuelta y caminó hacia un caballete que estaba junto al ventanal.El caballete estaba cubierto con una tela blanca.Santiago extendió la mano y la arrancó de un tirón. La tela cayó y un cuadro apareció frente a los expectantes ojos de Valeria.Era un retrato en acuarela, la pintura no estaba terminada, pero ya se veían los contornos generales de un hombre.¡Valeria abrió los ojos como platos, incrédula! ¿Cómo había llegado esta pintura a ahí?—Esta pintura es mía, ¿no es así? —Santiago la miró y sonrió—. Me gusta mucho, espero que la termines, considéralo un recuerdo para mí.Valeria se enfureció.Esa pintura, al principio, era el regalo del quinto aniversario que había planeado darle a Santiago.Había empezado a pintarla en may

—Ja,ja,ja… —Lina se rio con cierta amargura—. ¡Todos ustedes quieren mucho a ese mocoso!—Nicolás es lo único que puede detener a Santiago —enfatizó Emilio.Lina guardó silencio. Después de un buen rato, le preguntó:—Emilio, ¿puedo confiar en ti?—Confía en mí esta vez —Emilio habló con seriedad—. Tranquila, si convences a Valeria de aceptar las condiciones de Santiago, yo también lo vigilaré.Lina apretó con fuerza los labios, esperó unos segundos y preguntó de nuevo:—¿Sabes por qué Santiago insiste en ir a Ghana?Emilio podía adivinar el propósito de Santiago. Pero sabía muy bien que antes de ir, no podía decirlo.¡Si lo decía, Valeria en definitiva no iría!—No lo sé. —Sobre este asunto, Emilio solo pudo mentir—. ¿Le pregunto después?—¿Si le preguntas te va a decir?—No lo sé, quizás... no.Lina suspiró resignada.—Pobre Valeria, encontrarse con alguien tan desgraciado, pero poderoso. Verla así… ¡hasta a mí me da miedo del matrimonio!Al escuchar eso, Emilio se rio con dulzura.—

Después, le marcó a Daniel.—Haz que borren todas las noticias sobre Yolanda en internet, además, investiga esas cuentas de marketing que la difamaron.—Sí, señor.Media hora después, Daniel llamó.—Señor Rodríguez, todas las noticias sobre Yolanda ya fueron eliminadas, también investigamos esas cuentas de marketing, todas están controladas por la misma persona: Carlos.—Entiendo —dijo Santiago—. Mantente atento a lo que pase en internet, repórtame cualquier situación que suceda de inmediato.—Entendido.Terminó la llamada y se quedó parado frente al ventanal. A su lado estaba el retrato en acuarela que Valeria no había terminado.La noche estaba silenciosa, bajó la mirada hacia la persona en el cuadro. Aunque solo tenía contornos difusos, aún podía distinguir que lo había pintado a él.Sonrió, su voz profunda se fundió con la noche.—Valeria, como recompensa, yo también te preparé una sorpresa. Creo que también te va a gustar mucho.***Valeria no durmió bien esa noche, en la mañana d

Pero Mariana respondió:—Nicolás es muy pequeño todavía, y además la señorita Núñez realmente lo cuidó bien. Nicolás es un niño de buen corazón, que pueda recordar todo lo que la señorita Núñez hizo por él es algo bueno.Al escuchar esas palabras, ¡Amanda se puso más nerviosa!—¡Mariana, es que eres demasiado inocente! Sé que tú y Santiago han tenido una relación estable todos estos años, y sé que él se casó con ella por ti y por Nicolás, pero los hombres a veces no pueden resistir las tentaciones, y con tu estado de salud actual...Mariana la miró y dijo:—Mamá, ¿de qué hablas?—¡Ay! —Amanda la miró impotente—. Es que Santiago te ha protegido demasiado todos estos años. En fin, ¡mantente alerta!Pero Mariana sonrió, tomó la mano de Amanda y le dijo con voz suave:—Mamá, no te preocupes, conozco bien los sentimientos que Santiago tiene por mí. Sé que te preocupas por mí, pero confío en Santiago y en Nicolás.Al instante, Amanda vio la ingenuidad de su hija y se sintió ansiosa e impoten

Nicolás emocionado sonrió.—¡Mamá, ábrelo rápido y míralo!Valeria abrió la caja de joyas.Era una pulsera de cristal color lila claro. Ese tipo de cosas estaba muy de moda ese año.—Mamá, la vendedora del centro comercial dijo que este cristal amatista da energía, en fin, dijo cosas muy complicadas que la verdad no entendí muy bien... El caso es que la señora que vendía esta pulsera dijo que usar este tipo de cristal morado este año trae mucha suerte. Como quiero que estés bien, ¡decidí comprártela!Las palabras inocentes del niño llegaron directo al corazón. Valeria miró la pulsera en la caja, sin saber qué pensar al respecto. Si hubiera sido antes, recibir un regalo tan considerado de parte de Nicolás la habría conmovido demasiado.Lástima que todo había cambiado.Ahora, al ver esta pulsera de cristal, los sentimientos de Valeria no eran más que simple conflicto y pesadez, ya no podía obtener ni una pizca de emoción.Nicolás vio que Valeria se demoraba en reaccionar y no sabía si le