Semua Bab Después del divorcio, la familia de mi esposa CEO entraron en pánico.: Bab 61 - Bab 70

—¿Y tú, qué sabes, mujer? ¡Mi hermano murió por culpa de tu marido! ¿Qué pasa, ahora no quieren pagar?Por fin fueron al grano.Eva alzó ligeramente la mano, y en ese momento entraron los policías y abogados.Al ver a la policía, los familiares del fallecido se sobresaltaron. El hermano del fallecido fue el primero en reaccionar, señalando a Hugo:—¡Policía, arréstenlo! ¡Fue él quien mató a mi hermano! ¡Deténganlo ya!El líder de policía se adelantó y habló con firmeza:—Respecto a la polémica reciente en internet, después de nuestra investigación, concluimos que se trata de difamación. Hay grabaciones y videos de vigilancia que prueban que el señor Martínez actuó correctamente. La ambulancia también tenía una cámara, mostró que el fallecido aún respiraba y hasta le dio las gracias al señor Martínez. Ustedes han propagado falsedades y generado disturbios. Tendrán que venir conmigo.Uno tras otro, todos fueron escoltados.El equipo legal llegó un momento después y se acercó a Eva, ella

Su ambición era desmedida.Eva soltó una risa fría en su interior, aunque su rostro permaneció impasible.—Jesús, sabes bien que la empresa de entretenimiento del Grupo García no son las mejores del sector, y que la joyería del Grupo González son el top cinco a nivel mundial, yo soy una mujer de negocios, la línea básica ya es bastante. La alta gama ya fue asignada hace tiempo.Jesús notó que el rostro de Eva se fiaron y se apresuró a suavizar las cosas:—No era eso lo que quería decir. Solo quería hacer algo más impactante, para poder ayudarte más adelante. Pero si ya está decidido, seguiré tus instrucciones.Ese día era solo para decidir los últimos detalles, no era una reunión para firmar contrato, así que Eva no tenía prisa.—¿Tienes reunión al mediodía? ¿Te invito a comer? —preguntó Jesús con una sonrisa.Eva no contestó. En ese momento, María llamó a la puerta y entró. Primero lanzó una mirada fugaz a Jesús, luego se dirigió a Eva:—Señora, el señor ha venido. Dijo que trae el al

Desde que la señora González se retiró, solía pasar el tiempo cuidando flores en casa o asistiendo a distintas exposiciones. Ya casi no se involucraba en los asuntos de la empresa. Por ejemplo, cuando estalló el escándalo de Eva con la supuesta infidelidad, la señora González solo hizo unas preguntas de cortesía.Pero varios accionistas sí que fueron a verla con comentarios maliciosos, pero la señora González conocía bien el carácter de su hija. Si Eva había tomado esa decisión, seguramente tenía sus razones.El mayordomo fue quien abrió la puerta. Al ver a Hugo Martínez, se sorprendió gratamente y lo invitó a pasar con entusiasmo.—Señora, mire quién ha venido.Días atrás, alguien le había regalado un gato a la señora González. Como Eva estaba ocupada con la empresa, rara vez volvía a casa a visitarla. La casa se sentía vacía.El gato, con ojos azules zafiro, se convirtió en su compañía. La señora González le había tomado mucho cariño y últimamente solía tenerlo en brazos de vez en cu

Hubo una pausa antes de que Jesús García soltara un “Ah…” al otro lado de la línea.—Vale, entonces ve a acompañar a tu madre primero. Otro día, podríamos ir juntos. Aún no he tenido la oportunidad de visitarla formalmente, lo cual es una gran falta de respeto. La última vez que estuve en casa, pasó todo aquello... seguro que la asustó mucho.A propósito, Jesús volvió a mencionar el incidente en el que Hugo lo había apuñalado.—Está bien. Cuelgo entonces.Eva no tenía paciencia para lidiar con él, quería ver a Hugo cuanto antes. Pero aun así, le causaba curiosidad. ¿Qué podría hacer a Jesús tan feliz?El contrato entre el Grupo González y la empresa de entretenimiento García aún no se había firmado, y Jesús tampoco había conseguido la persona adecuada.Al entrar por la puerta de casa, Eva vio un mensaje de Juana en el móvil. En ese momento entendió la razón de que Jesús estaba tan feliz.Que los padres de Jesús estuvieran decepcionados de él… claramente era una fachada.Jesús acababa d

A Eva no le gustaron esas palabras, frunció el ceño.—¿Cómo que “arrastraste también”?—¿No es así?Al pensar en la presión emocional que Hugo pudo haber soportado antes, y en cómo lo había tratado Jesús desde que volvió, Eva se tragó las palabras que iba a usar para rebatir. Aun así, murmuró en voz baja.—Voy a tratarlo bien.—Tú sabrás lo que haces.Esa noche, en la casa familiar, los dos se comportaron con tranquilidad, sin hacer nada fuera de lugar.Hugo incluso pensó que su relación estaba en un punto extraño. En las últimas semanas, el nivel de cercanía entre ellos era más que en todo el último año antes del divorcio.Y casi siempre era Eva quien tomaba la iniciativa.Antes, Eva se quejaba siempre de estar cansada del trabajo, de horas extras en la empresa, y al volver, dormían en cuartos separados.Ahora, dormían en la misma cama, y Eva incluso le contaba anécdotas divertidas del trabajo. Algo que Hugo nunca había imaginado.***Como no quería contactarla a través de Hugo, Aleja