Julieta se dio la vuelta y miró de inmediato a Tomás, que estaba furioso.—¿Todavía tienes algo más que decir? —preguntó, firme.Tomás la miraba, molesto, como si quisiera encontrar alguna emoción en la cara de Julieta, pero sus ojos estaban tranquilos, sin rastro de lo que había sentido antes, ni una pizca del amor que le tuvo.Justo porque no podía entenderla, Tomás se sentía aún más enojado.—Julieta, antes no eras así. ¿Ahora te juntas con otros para destruirme? ¿De verdad puedes olvidar cinco años juntos tan fácil?Antes, Julieta siempre pensaba primero en él, en todo.Ella respondió sarcásticamente, entre risas:—Tomás, si estás enfermo, ve al hospital. Como tú mismo dijiste: eso fue antes. El pasado ya pasó. Ahora no te amo ni siento nada por ti. ¿Y todavía esperas que te ayude? Qué descaro el tuyo. Cuando te conviene, me buscas, pero cuando estás con Emilia, le das todo tu cariño.—Julieta… si tú tuvieras talento o una buena familia, te habría elegido a ti y no a la que me aban
Baca selengkapnya