Papá soltó un suspiro y asintió a las palabras de mamá. Para ellos, Daniela ya había pagado un precio demasiado alto, y yo no debía ser tan rencorosa.¿Entonces que casi me hayan quitado la vida era lo que yo merecía?Bajé los párpados, mostrando con mi silencio todo mi descontento.Al percatarse de mi actitud, Mauricio me miró serio por primera vez.—Liliana, tu madre ya está grande, ¿por qué le haces esas caras? Han pasado seis años… Y al final, sí disfrutaste más de veinte años de una vida que no te pertenecía, ocupando el lugar de Daniela. No deberías culpar a tu mamá, la sangre siempre pesa más.—Liliana, tu madre ya está grande, ¿por qué le haces esas caras? Han pasado seis años… Y al final, sí disfrutaste más de veinte años de una vida que no te pertenecía, ocupando el lugar de Daniela. No deberías culpar a tu mamá, la sangre siempre pesa más. Al fin y al cabo, ninguna madre puede arrancarse el amor por su hija, y, menos aún, cuando en realidad lo que hicieron fue tratar de sald
Read more