Rosa Del Desierto
A los diecinueve años, en su otro intento por escapar, Samantha Carrillo volvió a fracasar. La noche antes de ser entregada a un viejo, se aferró a la única salida que encontró: Bruno Fuentes, el heredero de una poderosa familia de la Capital, autoexiliado en aquel perdido pueblo fronterizo.
Samantha sabía que el corazón de él ya tenía dueña, pero eso no le importaba. Su único objetivo era utilizarlo, valerse de su poder para escapar del infierno en el que vivía.
Lo que comenzó como una atracción puramente física se transformó en meses de una intensa convivencia. La llevó consigo de regreso a la Capital, a un mundo de lujos y poder que jamás había imaginado.
Nadie en ese círculo exclusivo podría suponer que el líder de la familia Fuentes, un hombre nacido en cuna de oro, había compartido con ella un humilde cuarto de alquiler en la frontera, mes tras mes.
Con su ayuda, Samantha retomó sus estudios, recuperó su excelencia académica y comenzó a construir la vida que siempre había soñado. Pero cuando su futuro parecía asegurado, en la víspera del compromiso de Bruno con su amor de juventud, fue expulsada de la Capital y despojada de todo.
***
Años más tarde, sus caminos volvieron a cruzarse en otra metrópoli. Radiante y del brazo de otro hombre, pasó junto a él como si fuera un extraño. Esa misma noche, un Maybach permaneció estacionado frente a su edificio hasta el amanecer. Su celular no dejó de vibrar.
“Sam, nunca había habido nadie más. Tú eras la única en mi corazón”.
Aunque había nacido en la pobreza, Samantha nunca se resignó a su destino. Fue una mujer que aprovechó cada oportunidad para forjar el futuro que deseaba, sin importar el costo. Desde el primer instante, Bruno se había sentido cautivado por la feroz determinación de ella. Su atracción fue caótica, una rendición voluntaria ante una pasión que lo consumía.
Era el cactus que florecía contra toda probabilidad, la rosa del desierto que él había ayudado a cultivar y la única dueña de su corazón.