Solo Player

Le di tres años de mi vida, solo para que me trataran como a una simple sustituta… peor que a un perro. Cuando su llamada “luz blanca de luna” regresó, me apartó sin dudarlo. Está bien. Acepté la alianza familiar y me casé con el Alfa más poderoso del Norte. ¿Ahora se arrepiente y me ruega que vuelva? Demasiado tarde. Confabularon contra mí con aconita, queriendo que muriera en un sucio sótano. Pero mi compañero —el verdadero Rey del Norte— arrasó con toda la hacienda solo para salvarme. Intentaron robar mi linaje alfa con magia oscura. Los hice saborear el exilio, convertidos en renegados, despreciados por todos. ¿Y él? Se arrodilló ante mí, suplicando por perdón. Yo me refugié en los brazos de mi compañero y lo vi ser desterrado para siempre. —Ángel —le dije con frialdad—. —Abre los ojos. Yo soy la única Luna del Norte.

Colter Giordano, mi prometido desde hace seis años, heredero de la familia Giordano, recibió una bala por una bailarina llamada Mia. No la recibió por mí. Una bala me atravesó el hombro. La sangre, caliente y pegajosa, me manchó el vestido. Pero mi corazón dolía más. Me preguntó si estaba bien. Solo una vez. Luego se apresuró a llevar a Mia al hospital, dejándome sangrando en el suelo. Al día siguiente, la foto de Mia apareció en mi feed de Instagram. Ahí estaba ella, en una suite de lujo del hospital. Colter se estaba desviviendo por un rasguño en su brazo que apenas se notaba. El pie de foto era de solo dos palabras: [Mi Héroe.] Le di me gusta a la publicación. Luego hice una llamada encriptada. —La oferta de la familia Falcone —dije—. La acepto. Consígueme un avión a Sicilia. Tres días.

Nama Keenan Maxfield sudah terkenal dengan berita mengenai sepak terjangnya pada dunia malam, bermain dengan banyak wanita hingga di juluki Casanova. Tertarik pada seorang perempuan yang juga terkenal dengan gelar player yang di miliknya, siapa lagi kalau bukan Arabella Alison—seorang secret agent dengan sejuta pesona. Pertemuan keduanya cukup terbilang unik karena pada awal pertemuan, Ken yang pada saat itu menemukan Ara di kelab dengan kondisi mabuk berat, berniat membawa perempuan itu bermalam sebagai penghangat ranjangnya tapi yang terjadi malah Ken mendapat tamparan dan berakhir merelakan malam panjangnya untuk menenangkan Arabella yang tengah terisak sambil mengoceh tidak jelas. Parahnya lagi, pagi hari ketika Ken terbangun, Arabella sudah pergi meninggalkannya seorang diri dengan hanya di temani selembar cek dan japitan rambut yang dia letakkan di atas meja. Dua tahun kemudian, pada acara malam pesta kliennya, Ken kembali bertemu dengan Arabella. Dan ia berjanji pada dirinya sendiri untuk tidak lagi membiarkan Arabella pergi meninggalkannya seperti kejadian di Swiss satu tahun yang lalu. Terhitung mulai dari pertemuan kedua mereka, segalanya berubah. Satu malam yang mampu menjungkir balikan keadaan juga perasaan emosional keduanya. Akun wattpad R_Quella

“I’d give up my whole kingdom to be with you. I want to be your Prince Charming.” Aria has a big heart but bigger problems. Her whole life is a mess thanks to her controlling stepmother. But when she’s knocked over- literally- by the hottest man she’s ever had the pleasure of tangling up her body with, everything changes. Henry Prescott, second-string rugby player for the Paradisa Royals, is funny, sweet, charming, and oh-so-sexy. He’s got a rock hard body and tackles her in bed as fiercely as he tackled her in the park. Knowing nothing about rugby, but absolutely intoxicated by his accent, she finds herself falling for him. There’s only one problem: Henry Prescott doesn’t exist. The man she thinks she loves is actually Prince Henry, second in line for the throne of the nation of Paradisa. He’s the man who Aria’s entire department has to impress for trade relations. And that makes Aria’s stepmother’s plans even more dangerous. He’s the man who could destroy her world or make all her dreams come true. He lied about being a prince… did he also lie about being in love? NYT Bestseller Krista Lakes brings you this brand new sweet-and-sexy royal romance. This standalone novel will have you cheering for an American princess’s happily ever after.

La amante con VIH y el esposo que pagará caro. A Sabrina, el gran amor de Roberto, le diagnosticaron VIH en el hospital donde yo trabajaba. Faltando a mi ética médica, se lo conté a él. Pero Roberto pensó que lo estaba engañando. No solo me difamó, acusándome de la muerte de un paciente, lo que me llevó a la cárcel, sino que después también diluyó un abortivo en mi leche. Con ocho semanas de embarazo, sufrí una hemorragia masiva. Le supliqué ayuda, pero me apartó de una patada. —Por fin, dejarás de ser un impedimento para que Sabri y yo estemos juntos. Al abrir los ojos de nuevo, estaba de vuelta en el fatídico día en que a Sabrina le habían diagnosticado VIH. Y, esta vez, no solo guardé silencio, sino que además le pedí el divorcio a Roberto. Después de todo, él la amaba tanto… Tenía que dejarlos ser felices juntos.

Mi esposo, Alejandro Ruiz, cayó del tercer piso, no solo se rompió las dos piernas, sino que también se lastimó en su parte íntima. Y yo, lejos de preocuparme, lo llevé al hospital más alejado. Todo se remontaba a mi vida anterior: Alejandro se había lastimado a propósito con tal de que su amiga de la infancia, Sofía López, quien realizaba sus prácticas en el hospital, pudiera acumular suficiente experiencia práctica y consolidar su puesto. Para lograrlo, eligió lanzarse desde el tercer piso. Luego, deliberadamente evitó el hospital más cercano y me obligó a conducir tres mil kilómetros para que Sofía lo atendiera. Al considerar que ella solo era una estudiante que había entrado al hospital por contactos y no tenía las credenciales para operar, rechacé su propuesta. Pero él me abofeteó con fuerza y dijo: —¡Solo quiero usar mis heridas para ayudarla! ¿Acaso no tienes ni un poco de empatía? Ante su terquedad, temí que el retraso arruinara sus piernas para siempre. Llamé a su madre para convencerlo. Sin embargo, Sofía, al no obtener el puesto, avergonzada y llena de rabia, se suicidó saltando en el hospital. Alejandro, gracias a la atención oportuna, salvó sus piernas. Pero el día del alta, cuando fui a recogerlo con alegría, él me atropelló con el auto, matándome en el acto. Antes de morir, le cuestioné con rabia, pero él me miró con desdén: —Si no hubieras impedido que ayudara a Sofía, ¡ella no habría muerto! Al abrir los ojos de nuevo, me encontré de vuelta en el día en que mi esposo se rompió las piernas.

Four years ago, Harper Lane swore she’d never fall for a hockey player—especially not him. Logan Shaw was everything she promised herself to avoid: arrogant, talented, and allergic to anything resembling feelings. Back in freshman year, he was the rising star of Hartwell University’s hockey team. She was the quiet girl who saw through the charm and walked away before he could bruise her pride. Now it’s senior year, and Logan is co-captain of the team, living in the infamous Ice House where parties, hookups, and rivalry rule. He’s got NHL scouts watching, his best friend as captain, and a reputation that keeps him safely unattached. He likes it that way—until Harper steps back into his world, no longer the shy girl he remembers. She’s confident, smart, and infuriatingly composed—President of her sorority and laser-focused on grad school. Harper doesn’t have time for Logan’s games. But when campus tradition forces their worlds to collide, the line between old tension and new desire starts to melt. What begins as banter and rivalry turns into something that neither of them planned—and something Logan isn’t sure he deserves. Because breaking the ice between them means letting her see the cracks underneath the surface. And Harper knows that once she lets him in, there’s no going back. It’s the last year, the last chance, and maybe, just maybe, the last time they can pretend not to care.

Una semana antes de nuestra Ceremonia de Marcaje, en la fiesta de un amigo de Ethan Stormwind, le dije que quería romper con él. Al escucharme, todos se rieron, pues sabían que durante los últimos seis años, mi objetivo en la vida había sido convertirme en su Luna. ¿Por qué querría romper con él si solo faltaba una semana para la ceremonia? Incluso Ethan pensó que estaba siendo irrazonable, y me cuestionó: —¿Solo porque el día de nuestra ceremonia tengo que llevar a Selene al curandero para que le hagan una revisión, estás haciendo un berrinche y quieres romper conmigo? Después de una breve pausa añadió: —Los dos somos adultos, ¿puedes comportarte de manera más madura? Podrías reprogramar la ceremonia. ¿Por qué insistes en ese día en particular? No tengo tiempo para tus escenas de celos. Asentí en silencio. Sí, algo tenía que cambiar, pero no era la fecha de la ceremonia, sino él. Yo iba a aceptar ser marcada por alguien más.

"I want this," I repeat my words. "And what exactly is this?" he smiles and holds my back with his hands in all his casual sexiness. "I want my orgasm," "You're not there yet, baby girl." He stated softly, his hands trail down to my ass and squeezed them making me pouted at him. "I can get there, you can get me there." "I will, but not right now," ***** Jessica had tried her hardest to rebuild the family legacy, but her brother's scandalous past has proven hard to make her bounce back. And when her family business was bought out, there was nothing she could do but follow her lawyers' advice. But what she didn't expect was her new boss. The fact that she has someone to report to annoyed her, and for that someone to be handsome and smart it infuriates her. She knows he's a player, he knows she's a fragile woman with a very dark past. Can she shake him off and live peacefully with her job? or will he push himself and break out from his comfort zone to make her fall for him? ***** The love story will be emotional, irritating, and eh...I'm still not sure what else :p But the happy ending will be inevitable. So, add this book to your library and join me as we read about Jessica's happy ending. ***** Warning! R-Rated for 18+ due to strong, explicit language and sexual content*

En una fastuosa fiesta, el joven heredero del sector declaró que la mujer con la que realmente quería desposarse era mi hermanastra en vez de mí. Me retiré con iniciativa y me casé con Leonardo Pérez, quien me quería durante muchos años. Después de casarnos, éramos felices y amorosos...Hasta que, al estar embarazada con gran esfuerzo, descubrí que en la leche que él me daba cada noche había contenido anticonceptivos. Y el collar de diamantes que guardaba en la caja fuerte, superficialmente destinado a pedirme matrimonio, llevaba grabadas las siglas del nombre de mi hermanastra, Olivia. Resultó que yo siempre había sido solo un obstáculo que él intentaba eliminar para su verdadero amor. Durante años fingió ternura solo para allanar el camino a mi hermanastra. Por más ingenua que fuera, en ese instante desperté por completo: una autorización de aborto, un acuerdo de divorcio… Leonardo y yo nos convertimos en extraños.