Me Dieron Por Muerta, Pero Me Buscan Viva
El día que papá asistió a una fiesta con su ex y se volvió tendencia, todos se burlaban de mi mamá.
Decían que había dejado atrás una gran carrera para entrar en una familia rica, pero después de treinta años seguía sin nombre ni lugar, sin siquiera el valor de reclamarle a la amante.
Después de tanto llorar, mamá me miró cansada.
—Él me falló primero, así que yo tampoco lo quiero.
—Amanda, ¿te vas conmigo?
Justo entonces sonó mi celular. Era un mensaje de mi novio de siete años:
"Amanda, solo es un acta de matrimonio. ¿No podemos seguir como novios?"
Guardé silencio unos segundos antes de asentir.
Así fue que, el mismo día de su boda, mamá y yo desaparecimos entre las llamas de la mansión.