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Capítulo 186
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Términos de Rendición Capítulo 478
Dicho esto, miró hacia Zacarías y sonrió: —Abuelo, edúquele bien a Tiago. Estoy muy ocupado, si no hay nada más, me voy primero.Sin importarle la expresión de Zacarías, se dio vuelta y se fue. Al llegar a la puerta se detuvo nuevamente, volteó hacia Zacarías: —Ah, por cierto abuelo, en el futuro no es necesario que trate de chantajearme con matrimonios arreglados. Sin mi consentimiento, aunque me meta a alguien en mi cama, igual la voy a echar.Hablaba usando lenguaje respetuoso, pero cada palabra era lo suficientemente provocativa para enojar a cualquiera. Al escuchar esto, Zacarías levantó la mano temblorosamente señalándolo, pero Damián ni siquiera le dirigió una mirada adicional. Después de hablar se dio vuelta y se fue.—Cof, cof, cof...En cuanto Damián salió, se escuchó desde adentro el tos violenta de Zacarías. Damián se detuvo ligeramente. Su expresión originalmente burlona se ensombreció instantáneamente y un destello frío apareció en sus ojos.Al salir del patio del viejo,
Términos de Rendición Capítulo 477
La voz de Valeria era fría y clara, pero también firme y resonante.Felipe se detuvo un momento y su expresión se volvió incómoda.Valeria se movió ligeramente y le dijo: —Lo que me pides no puedo hacerlo, así que también puedes llevarte la sopa de pollo.Felipe suspiró.—Fui muy abrupto. Si alguien me hubiera disparado, tampoco podría devolver bien por mal. Esta sopa de pollo fue ordenada por el jefe para que te la prepararan, esperando a que despertaras para tomarla. Tómate aunque sea un poco, ya me voy.Valeria dirigió la mirada hacia la ventana, sin siquiera mirar el tazón de sopa humeante.***Los Figueroa.Cuando Damián llegó, Zacarías estaba sentado en el sofá de la sala del edificio principal, apoyándose en un bastón. En la sala también había una camilla con una persona acostada encima.Antes de que Zacarías pudiera hablar, Damián habló primero con aire despreocupado.—¡Ay, si no es Tiago! ¿Cómo terminaste así?Todo el cuerpo de Tiago estaba envuelto en vendas, solo se le veían
Términos de Rendición Capítulo 476
Se quedó atónita por un momento. Al ver los ojos algo enrojecidos de Damián se dio cuenta de que acababa de tener un sueño.Damián frunció el ceño y preguntó: —¿Tuviste una pesadilla?Valeria no respondió. Él por su cuenta levantó la mano y le tocó la frente.—Ya se te bajó la fiebre.Mientras hablaba, presionó el timbre de la cama. Poco después entró un doctor con bata blanca para examinar a Valeria. Después de un examen completo, el doctor le dijo a Damián: —Señor Figueroa, a la señorita Rivas ya se le bajó la fiebre. Si se cuida bien la herida, no debería haber mayores problemas.Damián asintió. Valeria finalmente regresó de la escena del sueño. Antes de que pudiera hablar, se escucharon golpes en la puerta.—Jefe, desde la casa principal le piden que regrese.Damián frunció ligeramente el ceño.—Diles que no tengo tiempo.Felipe dudó un momento antes de decir: —Me temo que no se puede. Zacarías dice que si usted no regresa, él tomará la decisión de anunciar su compromiso matrimonia
Términos de Rendición Capítulo 475
Se detuvo un momento y al final preguntó: —¿Dónde estamos ahora?Damián se volteó a mirarla: —En una isla desierta, no sé exactamente dónde.—¿Ah?Valeria frunció ligeramente el ceño: —Entonces, ¿tu gente podrá encontrarnos?Damián negó con la cabeza nuevamente y añadió más leña al fuego.—No lo sé.Lo dijo con aire despreocupado, sin mostrar ni un poco de urgencia, como si hubiera venido de vacaciones.La herida del hombro le punzó de repente. Valeria se levantó la ropa y descubrió que Damián ya la había vendado, usando su propia camisa blanca. Fue entonces cuando se dio cuenta tardíamente de que su ropa ya estaba seca y su ropa interior había desaparecido.Así que Damián ya le había cambiado toda la ropa. Probablemente cuando la ayudó a secar la ropa, ella había estado acostada aquí completamente desnuda. Al pensar en esa imagen, Valeria sintió que se le subía la sangre.—¿Fuiste tú quien me quitó la ropa?Damián se acercó y arqueó una ceja mirándola.—¿Qué pasa? Además de mí, ¿crees
Términos de Rendición Capítulo 474
Más arriba estaba el rostro hermoso y severo de Damián.Valeria frunció ligeramente el ceño.—¿Cómo es que eres tú?Damián no sabía dónde había estado, todo su cuerpo estaba empapado y aún goteaba agua, pero no se veía para nada desarreglado. En la mano llevaba una lanza de madera. Al escuchar la voz de Valeria, le echó una mirada.—¿Despertaste? ¿Te decepciona verme?Valeria apretó los labios sin responder. Al pensar que habían sido los hombres de Damián quienes dispararon, sintió una sensación indescriptible de injusticia en el corazón, así que simplemente se volvió a acostar.Damián clavó la lanza de madera junto al fuego para asarla, y fue entonces que Valeria vio que en la lanza había dos peces marinos. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que cayó al agua, pero al ver la comida, su estómago gruñó vergonzosamente un par de veces.Se detuvo un momento y simplemente se volteó de costado dándole la espalda a Damián. Pero al girarse, inmediatamente presionó la herida, lo que le c
Términos de Rendición Capítulo 473
—Damián, ¿acaso no me vas a dar ni una puta oportunidad de vivir?Al escuchar esto, el señor Cruz de repente levantó la mano y apuntó su pistola hacia Damián. Damián entrecerró ligeramente los ojos, pero antes de que pudiera decir algo, Benito, que estaba a su lado, ya había levantado la mano y disparado hacia el señor Cruz.Dos disparos resonaron. El señor Cruz no logró darle a Damián, pero Benito sí le dio al señor Cruz. Sin embargo, al mismo tiempo también le dieron a Valeria.Ella ya estaba siendo usada como escudo por el señor Cruz, así que para darle a él, primero tenían que darle a ella. Todo pasó demasiado rápido, ni siquiera tuvo tiempo de esquivar. Cuando se dio cuenta, el dolor punzante en el hombro ya la había puesto pálida.Damián se levantó bruscamente de la silla y corrió hacia Valeria. Valeria curvó ligeramente las comisuras de los labios con una sonrisa sarcástica. La preocupación en el rostro de Damián parecía muy real, pero Benito era hombre de Damián. Sin órdenes de
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