Lahat ng Kabanata ng Términos de Rendición: Kabanata 261 - Kabanata 270

El ascensor se detuvo justo en ese momento y se abrió.Damián entró y le echó un vistazo de lado, sus ojos se volvieron aún más fríos.Felipe sabía lo que significaba esa mirada de Damián.Suspiró y defendió a Damián: —Jefe, usted siempre lo perdona porque es de los Figueroa, pero cada vez se pasa más.—Si no le damos una lección, me temo que habrá más problemas en el futuro.Damián bajó la mirada y echó un vistazo a su reloj cuando levantó la muñeca.Dijo en voz baja: —Tengo mis propios planes.Felipe suspiró y no dijo nada más.Con su vista aguda, inmediatamente notó la herida en la mano de Damián.Con el paso del tiempo, la herida en su mano se había hinchado y se veía bastante aterradora.—Jefe, ¿está bien?—¿Quién le hizo esto?Damián se burló: —Una gata salvaje.—No se ve para nada así.Los dientes de una gata salvaje son afilados, ¿cómo es posible que la herida fuera tan uniforme?Tan pronto como terminó de hablar, Damián le dirigió una mirada como si estuviera viendo a un idiot

—Hmph... —apretó los dientes ligeramente, sus ojos mostraron algo de resentimiento. Luego sacó su teléfono y marcó un número.*Valeria se sentó en el escritorio de su habitación y le envió un WhatsApp a Jessica."Envíame los archivos de personal actuales de la empresa y los materiales de los proyectos existentes."El mensaje de Jessica llegó rápidamente, era una serie de expresiones de sorpresa.Jessica: "Vale, ¿te estás preparando para venir a la empresa?"Valeria: "Te daré una sorpresa el lunes."No lo dijo directamente, pero Jessica podía adivinarlo.Ahora Jessica era la única persona en la empresa en quien podía confiar, así que no tenía miedo de que Jessica lo supiera.Poco después, Jessica le envió todos los materiales que había pedido.Valeria siempre era seria cuando trabajaba. Aunque nunca antes había manejado los asuntos de Grupo Rivas, los negocios eran universales.Su pequeña empresa también estaba bien organizada.Así que revisar estos materiales no era problema para ella

Dicho esto, colgó el teléfono directamente.Camila no obtuvo la respuesta que quería y furiosa arrojó su teléfono al suelo, rompiéndolo en pedazos.—¿Por qué? ¿Por qué todo el mundo se opone a mí? —Los ojos de Camila se llenaron de odio.—¡Valeria, ya vas a ver!***Valeria no sabía de los planes de Camila. Regresó a su habitación y continuó con el trabajo que no había terminado.Ahora que había resuelto uno de los grandes asuntos frente a ella, estaba un paso más cerca de enviar a Regina y Arturo a prisión.Así que estaba de muy buen humor.Trabajó hasta medianoche y se preparó para dormir.El teléfono de Valeria sonó de repente.Vio una serie de números desconocidos en la pantalla. Originalmente no iba a contestar, pero finalmente lo hizo.Porque el teléfono no paraba de sonar.—¿Hola, es la señorita Rivas?Esta voz sonaba familiar.Después de pensar un poco, Valeria recordó a quién pertenecía esta voz.—¿Felipe?—La señorita Rivas me recuerda. —Felipe se rió—: La busco por algo, por

Valeria hizo una pausa.Originalmente quería decir que Felipe le había pedido que viniera.Pero lo que salió de su boca fue: —Estaba preocupada por ti, así que vine.—Hmph... —Damián apretó los dientes y se rió fríamente—: Ven aquí.Valeria se sintió algo aprensiva.Pero en este momento, la razón aún venció al miedo.Se levantó del suelo, se acercó cuidadosamente a Damián y lo persuadió: —Señor Figueroa, está gravemente herido.Incluso al hablar no tenía la dominancia de siempre.—Deje que el médico lo trate, ¿está bien?Damián bajó la vista para mirarla, pero debido a la pérdida excesiva de sangre, su cara normalmente saludable ahora estaba pálida como un fantasma.Bajo la luz blanca, se veía algo aterrador.Como un demonio que venía a reclamar vidas.Valeria nunca lo había visto así, su corazón estaba extremadamente nervioso.Damián no habló durante mucho tiempo.Justo cuando Valeria no sabía si había dicho algo mal, Damián de repente le hizo señas con la mano.Valeria se acercó más

—¿Qué? —Felipe se volvió para mirarla.Valeria: —¿Por qué tenía que ser yo?Al escuchar esto, Felipe sonrió, las manchas de sangre en su cara hicieron que su sonrisa se viera siniestra.—Probablemente porque usted es diferente para el jefe.Desde aquel incidente, su jefe había desarrollado problemas del corazón.Pero este asunto, él no iba a ser chismoso y decirlo por su propia boca.Para evitar que el jefe despertara y le ajustara cuentas.—No tenía muchas esperanzas cuando la llamé, no esperaba que fuera bastante capaz.Hizo una pausa y agregó: —Esta vez le debo un favor.Valeria agitó la mano y estaba a punto de decir que no era necesario, pero Felipe ya se había dado vuelta y se había ido.Valeria cerró la puerta, solo sintió que todo su cuerpo no tenía energía.La escena sangrienta de antes la había dejado con el corazón aún latiendo irregularmente.Bajó la vista y vio la sangre en sus manos.Roja y llamativa.Pero la temperatura aún no se había disipado, como si a través de difer